“El dinero solo puede comprar cosas materiales. Pero se necesita algo más. Hay males que no se pueden curar con dinero, sino solo con amor. La falta de amor es la mayor pobreza. El amor tiene que ponerse en acción. Esa actividad nos llevará al servicio. No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo. San Juan dice que somos mentirosos si afirmamos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo. Si no tenemos paz en el mundo, es porque hemos olvidado que nos pertenecemos el uno al otro… ”  S. Madre Teresa de Calcuta.

Todas estas afirmaciones las dijo una mujer que siendo aún joven, abandonó todo y decidió ser coherente con lo que le pedía su corazón. Fue valiente, consecuente, luchadora, incansable, protectora del más débil y marginado, por eso ya era hora de que la hiciéramos el mayor de los homenajes.

Hola amigos. No podía dejar de hablar de ella en mi blog, sabiendo que el domingo pasado 4 de septiembre del 2016, el Papa Francisco la nombró Santa oficialmente. La verdad es que era algo evidente desde hace tiempo, pero hasta esto, es cuestionado por algunas personas. Y es que el hombre, no dejará de sorprenderme…

Pero como todos somos juzgados por nuestras palabras y hechos, prefiero rendirla mi pequeño homenaje por su gran labor y perdonar al prójimo, que como ella dijo en su día; “Si realmente queremos amar, tenemos que aprender a perdonar”.

Por eso yo diría, que ella hizo lo que Dios le pidió que hiciera utilizando sus talentos, que eran todos aquellos que requerían tanto sacrificio como para olvidarse de ella misma y recoger a los que nadie quería porque pertenecían a las castas inferiores de la India. En ellos ella pudo sentir a Cristo y se dedicó a darles lo que consideró más valioso, su amor, sus cuidados y su entrega, dejando un legado que continúa y si a alguien esto no le pareció suficiente, que haga lo que decía la Santa: “Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas.” Y así debe de ser. Qué cada uno obre aquello que considera, falta por hacer en el mundo y puede aportar.

Desde luego esto es más útil que intentar desprestigiar a quién todo lo dio, sin pedir nada a cambio. Tanto era así, que hasta los hijos que otros no querían tener, ella se ofrecía a cuidarlos. Y sin duda, nada les hubiera faltado, porque el amor lo puede todo y ella en eso, rebosaba.

Querida Madre Teresa. Lo de Santa ya fue un hecho cuando entregaste tu vida al servicio por los demás, a aquellos de los que Cristo dijo, sería el reino de los cielos, mal que les pese a los ricos y codiciosos. Tú viste donde muchos aún estamos ciegos y por eso no somos capaces de ver tu grandeza. Espero algún día siquiera poder tocarla y tener un poco de ese coraje que tú derrochabas con tanto amor, para seguir a aquel  que en silencio, te cautivó y nunca te abandonará.

¡Tú ya eres eterna!

LOVE, Carmen.