A Mª Elvira Roca Barea

Hola amigos. Hoy quiero utilizar mi blog para tratar de ponerme en contacto con una ensayista que ha escrito un libro echándole mucho valor, pero de quien no tengo los datos necesarios como para poder ponerme en contacto en privado. Y como no tengo nada que ocultar y además me gusta poder compartirlo también con quien entre en mi blog, para que sienta que algunos creemos que hay que hacer todo lo posible por conseguir un sueño, incluso escribir una carta públicamente a alguien a quien admires y sientas la necesidad de tratar de conversar, allá voy. Y por supuesto, si alguno quiere cooperar, se admite la propuesta.

Hola Mª Elvira. Mi nombre es Mª del Carmen Sanz Pascual. Como te siento una persona cercana, te trataré de tú, entendiendo no molestarte. Te escribo por varias razones y estimo son, todas agradables, como lo eres tú, cada vez que con tus ensayos, te enfrentas con la hipocresía de quienes en lugar de mirarse a uno mismo optan por denigrar a los demás como mecanismos de defensa. Con la falta que nos hace encontrar soluciones y plantear alternativas en nuestra sociedad/entorno.

Te agradezco que tú nos des ideas para no caer en la culpa que los prejuicios llevan haciéndonos creer durante ya, demasiado tiempo y que creas en nuestra cultura.

Yo también lo intento, aunque quizás por razones más afines a mi forma de entender y sentir la vida, ya que, también exponiéndome a un escrutinio sobre mi persona, para que puedas saber cuál puede ser esa visión personal, te diré que: soy maestra, me encanta escribir y llevo escritos ya más de una decena de libros que cuelgo en “bubok.es” y escritos cientos de artículos en mi blog “ellaestuvoalli.com”. Aunque a tu lado soy una principiante.

Adoro la libertad y me siento así cada vez que soy yo misma en aquello que hago, sin pensar en qué es comercial o me va a suponer fama y dinero. No hay oro en el mundo que page la sensación de disfrutar haciendo aquello que sale de uno mismo y nadie puede crear igual que tú. Porque pienso que no es cuestión de ser mejor que los demás, sino ÚNICO e irrepetible. Ese es el triunfo que quiero alcanzar.

Podría decirse que mi forma de manifestarme así, es que acumulo todas las inquietudes que ya te he expuesto y un profundo sentimiento cristiano que ha ido floreciendo por distintas razones que ahora no creo que sea relevante explicar. Pero están ahí y me crean la necesidad de enfocar el mundo desde esa perspectiva.

No me quito la etiqueta de católica por diversas causas que valoro tiene la madre Iglesia, y por fidelidad a Cristo ante la Piedra Angular fundada por Él a pesar de sus muchos errores, tan humanos como lo son sus miembros. Aun así conservo mi rebeldía y tengo mis propias hipótesis, a veces un tanto diferentes de las promulgadas por la institución, como también San Agustín hacía referencia al decir: «En las cosas necesarias, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad». Considero que el cambio se da desde dentro, tal y como hicieron muchos santos, que lejos de abandonar el catolicismo, lucharon por mejorar sus ideas y comportamientos siendo coherentes: vida y obra. Puede haber tan diversas interpretaciones como seres diferentes que somos cada uno de nosotros. Pero el arte está en conectarlo todo en un mismo cuerpo unificado, como verdaderos hermanos hijos de un mismo Dios.

Leí en la introducción de tu magnífico libro: IMPERIOFOBIA Y LEYENDA NEGRA, tu particular forma de entender las Bienaventuranzas y el poner la otra mejilla. Por mi parte considero ante ello que guarda revelaciones importantísimas como que:

Sólo se puede vencer al mal con el bien. Por lo que ahora tendría que definir lo que entiendo que significan dichos calificativos. Brevemente los podría resumir en una sentencia del mismo autor: Jesús de Nazaret: «Haz a los demás aquello que quieras que hagan contigo». Y este es el significado que yo doy a poner la otra mejilla y a las Bienaventuranzas. Y si alguna vez dudo en el camino, me pregunto qué haría, en mi lugar, ese ser ÚNICO e irrepetible al que admiro por encima de todo. Él se merece ser de mi total confianza, porque lo dio todo por mí y triunfó para que todos lo hagamos si tenemos agallas y fe en él. La PALABRA inspirada en su verdad, intento que sea mi mecanismo de defensa.

Tras mostrarme, con el mimo valor que tú ya hiciste en tu libro, puedo proseguir confiándote mi incursión literaria, en concreto con una novela que define a la perfección estos elementos que habitan en mí, además de estar ampliamente relacionado con la conquista de los españoles en América, más concretamente en México. Se trata de un libro titulado: «LA CONQUISTADORA GUADALUPANA».

https://www.bubok.es/libros/246289/LA-CONQUISTADORA-GUADALUPANA

He encontrado conexiones con la misteriosa aparición de la talla de Guadalupe en Cáceres y la asombrosa historia ocurrida en el Tepeyac, además de descubrir que quien más convence, a la hora de la evangelización de los hombres y mujeres de esa tierra oculta durante siglos, fue una mujer increíble con un mensajes de salvación custodiada por los españoles que permanecían fieles a la iglesia primitiva.

Por todo ello, me atrevo a pedirte que la eches un vistazo. Recuerdo haberte oído decir, que de tu best seller, pensaste que nadie lo leería, peor al menos quizás lo harían aquellos locos que están en tu misma honda. Por eso quizás, a ti pueda interesarte y sería para mí un enorme honor que me hicieses cualquier tipo de crítica ya que aprender de ti sería un placer.

Creo que tiene muchas posibilidades porque reúne una serie de requisitos que pueden resultar muy atractivos, como:

Recoger unos datos históricos de diversas fuentes, llenos de interés para entender la historia de la España de la conquista y su desenlace, dentro de otra: la de dos jóvenes universitarios que se encuentran estudiando en la universidad de Princeton: uno mexicano y otro español. A los que otros estudiantes de la misma clase de historia, instigan a raíz de la envidia que suscita el español por su personalidad extrovertida, jovial y divertida que embelesa al más pintado. Ya sabes, como nosotros somos cuando nos sale ese arte que llevamos dentro. Y ambos entrar a formar parte de un desafío que unos norteamericanos, bien nutridos con los prejuicios de la leyenda negra, les proponen, indirectamente, al tratarles de un modo despectivo usando esa propaganda que cuestiona la moral de nuestros antepasados en su búsqueda por crear un imperio cristiano unificado. El profesor de la facultad que observa dichos prejuicios les anima a que en lugar de criticarse superficialmente, hagan un trabajo e indaguen para saber si sus prejuicios se sostienen o no.

Pero, así como el español se siente motivado a realizar este trabajo con el mexicano por una cuestión histórica, el otro más bien se siente suscitado por la religiosa y su gran lealtad al credo que hay entorno al milagro del Tepeyac, que más tarde descubrirán, conecta directamente con esos conquistadores españoles que llevaban sus imágenes en estandartes de la virgen de Guadalupe allí donde iban, haciendo mención a la de Cáceres en el pueblo que por aquel entonces era uno de los dos más populares y concurridos por los nobles y sabios, junto al camino de Santiago. Su relación es un enigma que yo intento aquí poner de manifiesto, de un modo en el que ambas historias se complementan y dan color a esa decisión de evangelizar por encima de todos los intereses  mundanos, pero dando importancia a todos los personajes que intervinieron en la historia aportando lo mejor de sí.

Creo que la intervención de los españoles se debió a eso que tu expresas también en tu libro cuando dices que la fe católica, siente que todos los seres humanos son hijos de un mismo Dios y así lo sintieron nuestros antepasados intrínsecamente, de ahí que concibieran la necesidad de intervenir en sus vidas, para ayudar a mejorarlas, según su entendimiento y moral. No así los que consideraban que éstos, no eran dignos de tal consideración.

Pero también hay misterio, amor, arte y Nueva York como escenario.

Por último decirte que esta novela la escribí hace dos años, pero hace poco la mejoré escribiendo alguna de las apreciaciones con las que nos has deleitado. Nombro incluso tu libro y tus criterios. Espero que no te importe. En todo caso, aquí me tienes para que me digas todo lo que consideres.

He dejado mi dirección electrónica en la editorial SIRUELA para que puedas contactar conmigo en privado.

Muchas gracias por todo: tu libro, tus coloquios, tu presencia y tus deseos de construir un mundo mejor.

Recibe un fuerte abrazo y un beso enorme.

LOVE, Carmen.

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