Hola amigos de mi blog. Estos últimos días parece que los medios de comunicación se han centrado más en el actor Will Smith que en la guerra entre Rusia y Ucrania. Y el nivel de violencia entre los dos asuntos, creo que es obviamente bien diferente. Ojalá esa guerra y el resto de las que no se hablan, pudieran resolverse simplemente con un bofetón.
Hay tanta hipocresía a nuestro alrededor, que me he visto en la obligación de escribir en este íntimo rincón, mi punto de vista.
En primer lugar, me gustaría saber, porqué se les tiene que preguntar a numerosos actores de Hollywood, qué les pareció que el actor le diera un guantazo al “humorista” Chris Rock. El motivo ni lo mencionan, obviamente, pero lo voy a explicar yo brevemente: hacer un chiste totalmente desafortunado e hiriente sobre su mujer Jada Pinkett Smith. Por lo menos esto último es incuestionable, pero sí es cuestionable el cómo afrontamos la defensa ante las agresiones de los demás. Y tener un diálogo sobre ello, hasta me parece enriquecedor y deseable, pero cuando se trata de hacerlo dejando en evidencia a una persona, que, en este caso, es compañero de trabajo de ellos, me parece… vamos a ser tan «políticamente correctos» y decir, inadecuado, en lugar de lo que realmente pienso para que tampoco venga nadie a sacarle provecho.
Menos mal que todo el mundo en la industria Norteamérica del cine, no son iguales. Denzel Washington estuvo impecable. Y podían tomar buena nota de él, en lugar de hacer leña del árbol caído, como si en ellos no hubiese falta alguna. Deberían preocuparse en mirarse a ellos mismos y tratar de AYUDAR como hizo Denzel. Además, lo hizo con una precisión admirable, al analizar la situación astutamente. Su frase, o mejor dicho, la frase que utilizó y que es del Santo cura de Ars, lo decía todo: “Ten cuidado en tus mejores momentos. Es cuando el diablo viene por ti”. Dicho de otro modo, cuando intentas hacer algo bueno con tu vida, el diablo más intenta hacernos caer. Algo muy acertado si leemos, Efesios 6:11-18.
Y es que cabe recordar que, la alusión provocativa iba directamente a dónde más daño podía hacerle al actor y corría el riesgo de no ser irreprochable. Me pregunto si trazó alguien ese plan: provocación, o salió de forma espontánea.
La cuestión aquí es que vemos una buena observación de la situación y tras una reacción emotiva del actor, sin medir las consecuencias, vino otra frase que también me llamó la atención, por parte de Will: “Dios me ha llamado a ser defensor de los más débiles… pero soy una obra en proceso”. Una sinceridad y también, buen análisis, que podía ser suficiente si no fuera porque se está sobre dimensionando el asunto para… ¿Es que no tenemos suficientes conflictos realmente graves y violentos que resolver y de los que hacer declaraciones para parar tanta locura, que tenemos que atacar a alguien que no quiso permitir que millones de personas presenciaran cómo un actor, humorista o lo que sea, se mofara de su esposa como si eso fuera normal y admisible?
¡En fin, que no soporto tanto cinismo! Y menos de una industria que produce películas con contenidos altamente violentos. Si no hay guiones con coches y ciudades explotando, ametralladoras, buenos y malos determinados por la ideología del momento, no hay lugar para ellos. Todo está muy dirigido y no hay variedad ni oportunidades para los que se salen del guion. ¿A qué me recuerda eso?…
Prefiero con mucho, la naturalidad con la que Will actuó, importándole tres pepinos lo que los demás pensaran de él, aunque le cruzara la cara a Rock en lugar de pararle los pies con otra buena frase, bien dicha y con educación. Porque seguramente ya iba siendo hora de frenar a los que se permiten ciertas licencias y aunque esa no fuera la mejor manera, tampoco es para mostrar tanta indignación. Hay asuntos más urgentes y deleznables que sí lo son. ¿Qué hace EEUU, Europa y las demás potencias mundiales para tratar de resolver los conflictos armados que hay hoy en día en el mundo? ¿Mirar a otro lado y tratar de quedar bien hablando mal de una chorrada? Lo dicho, más mirarse uno mismo, ayudar al estilo Denzel Washington y menos condenar a los demás para parecer lo que no se es.
Ya sólo quiero terminar diciendo que espero que Will Smith verdaderamente encuentre ese lado espiritual que necesita y TODOS NECESITAMOS, para ser irreprochables, empezando quizás por estudiar la vida de ese SANTO CURA DE ARS: San Juan María Vianney, que para los que no creemos en las casualidades, podría ser un buen comienzo. Yo voy a investigar ya mismo.
LOVE, Carmen.