En el viaje

¡Hola amigos, un día más! He estado durante el verano, un tanto, CONTEMPLATIVA. Me he permitido observar más que divulgar puntos de vista sobre lo que ha acontecido durante esta etapa. Me he dejado llevar, en el viaje de la vida, sin expectativas. Bajando la guardia. Para recibir y así poder dar.

Han sido muchas las cosas que me he encontrado: amigos, familia, eventos, acontecimientos, alegrías, tristezas, encuentros, desencuentros… y después de coger aire, espero volver a la carga, sincerarme y tratar de encontrar puentes, modos de encontrar un camino común, qué aunque parezca difícil, se ha conseguido y se consigue la mayor parte del tiempo. En el fondo, aunque nos quejemos mucho, todos sabemos como lograrlo. Así es qué con ese planteamiento, vuelvo.

Eso no quiere decir que no vaya a decir lo que pienso, por mucho que pueda doler mi verdad. Pero sí pretendo, por encima de todo, buscar el CAMINO de la RECONCILIACIÓN: ¡Existe! ¡Está ahí!

Me he dado cuenta de ello, en el viaje: cuando dos personas que tienen vivencias distintas y por tanto puntos de vista que aún no se han encontrado, cuando son capaces de dejar que una sonrisa y una mirada de LUZ entre en sus corazones, dejan de discutir, para RESPETARSE. Me he dado cuenta cuando, ante lo que no se puede saber con certeza, se deja de especular, para empezar a observar y estar simplemente, alerta, sin someterse. Me he dado cuenta cuando, a pesar de la adversidad, todos tenemos como mayor estímulo, nuestros seres queridos: Su consuelo, su presencia, su AMOR…

Y por todo eso y mucho más, merece la pena seguir adelante en el viaje que nos presente la vida, para morir en ella dándolo todo, si es preciso, con la esperanza de RESURGIR, en otra más consciente, cercana, a aquello en lo que decidimos SER.

¡Feliz cambio de ciclo! ¡A por todas!

LOVE, Carmen.

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