Hola amigos. Hoy como no podía ser menos, quería recordar ese gran día en el que Jesús rompió las barreras de la muerte para liberarnos de ellas a todos, para siempre.
No hay nada como hacer las cosas bien, cuesten lo que cuesten. Así lo hizo Jesús, con dolor, sudor y lágrimas, pero en la confianza de que debía vencer a la muerte con un único elemento, EL AMOR a aquellos que como Él bien dijo, «Padre, perdónales que no saben lo que hacen». Este era su amor comprensivo hasta en los momentos más humillantes para cualquiera. Por eso y mucho más, no encuentro a nadie en el mundo, más GRANDE que Él.
GRACIAS CORAZÓN INMENSO Y PURO, por regalarme la vida y por amarme aun en mi ignorancia. LOVE, Carmen.