Pide un deseo

5907AC87-5268-43D3-A4C7-C886AB7A0D0F-001Hola amigos. Hace unos días el psicólogo y escritor norte americano Wayne W Dyer murió, mejor dicho, cruzó esa línea temida hacía lo desconocido que para él, no era tan triste. Y es que él era capaz de ver más allá. Escuchaba al espíritu para alimentar el suyo propio y el de todos. A eso dedicó su vida. Sin duda un bello objetivo que él solito se labró desde sus humildes orígenes.

Hacía tiempo que tenía una idea en mi cabeza que un día deseché, quizás por falta de fe. Él encontrármelo a él en una película, “El atardecer de la vida”, me animó a volver a retomarla y aquí estoy intentando pediros que, pidáis un deseo.

Os propongo que cerréis los ojos y digáis al ser que más os ama, vuestro creador, que os conceda el deseo que más anheléis. Sentidle como a un padre amoroso. Esto es imprescindible.

Creo poder garantizaros que si realmente lo hacéis de corazón, se cumplirá, pero tenéis antes que cumplir otro vosotros. Me refiero a que dejéis que vuestro instinto elija a alguien que sepáis que necesita algo y que se lo proporcionéis. Pero tiene que ser importante para esa persona y que además no sea alguien con quien habitualmente obráis así.

Os explicaré porque creo que esto puede funcionar y la relación que tiene con Wayne.

Él tiene la creencia de que no tenemos que pasarnos la vida luchando contra los obstáculos, sino escuchando lo que pueden suponer, de forma positiva, ya que todo está a nuestro favor, mandándonos señales para que realicemos aquellos sueños que anhelamos pero que no nos atrevemos a hacer porque podrían no aportar aquello que esta sociedad dice que es mejor; dinero, éxito, pertenencias materiales…

Puede parecer una locura, y lo es. Pero si sois capaces de dedicar a vuestros sueños un tiempo, estáis conectando con vuestro propósito en la vida, jugando a vuestro favor. Sin embargo a partir de aquí yo veo un problema y es que nos necesitamos mutuamente, pero actuamos por separado. Por eso he tenido esta idea de encadenarnos. Yo te sirvo y tú…, decides.

No es necesario que esa persona a la que ayudéis haga algo por ti. En realidad es la acción en sí, la que os traerá algo aún más grande que cualquier deseo; a vuestra identidad. Llamaros y seréis atendidos. Pero eso sí, os advierto que seguramente recibáis algo aún más grande que aquello que hayáis pedido, porque recordad, tenéis que dejar que el ser, os responda.

Confiad y dejaros llevar. Cuantas más veces hagáis este ejercicio, más cosas maravillosas os ocurrirán. A Wayne un día el pensar en un santo cuando estaba ayudando a una persona que le necesitaba urgentemente, le salvó de perder una pierna que tenía prácticamente rota. Pero él decidió agarrar fuerte a un muchacho para que no se cayese, olvidándose de sí mismo, y ocurrió lo inexplicable. Yo viví una experiencia parecida un día, por eso sé que SUCEDE.

¡Pues nada hermanos, abrid bien los ojos para dar!, porque estamos hechos del que todo nos da sin pedir nada a cambio. Contágiate de tu ser y disfruta de las maravillas que te esperan.

LOVE, Carmen.

 

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