Hola amigos. Hoy quería tratar un tema que creo que nos puede ir bien a todos porque habla de la entrega. Y es que algunos entregan más a otros y luego vienen los problemas, sobre todo si en ello está implicada una palabra impronunciable por los que se dan: AMOR o quizás, solo SEXO.
Mientras estoy escribiendo estoy escuchando la canción “despacito” de Luis Fonsi. Muy apropiada, ya que quiero hablar de ese “calorcito”, que unos tienen por deseos, varios, y otros por algo más profundo. El hecho es que cuando dos se juntan de ese modo, pero con distintas motivaciones, el corazón es el que sale perdiendo y generalmente es un corazón femenino. ¡Lo siento chicos!
En concreto os contaré que tengo una amiga preciosa por dentro y por fuera, que aparentemente tiene dificultades para encontrar a su media naranja. Ella sabe lo que pienso al respecto: creo que no escoge bien a los chicos a los que se entrega. Porque aunque ella dice que es moderna –vaya, que yo soy la carca y beatorra- , yo sé que cuando ella olvida su apellido en una playa de Puerto Rico, en realidad siente que lo hace con un hombre que sabrá valorarla. Pero no sucede así. ¿Por qué? ¿Qué falla?
No soy psicóloga experta en estos asuntos, pero tengo la experiencia de la vida e información privilegiada de algún que otro hombre que se ha sincerado conmigo, así es que, ¡haya voy!
Para mí está claro lo que buscamos las mujeres principalmente, cuando llevamos un rato mirándole y queremos bailar con él: Un montón de fantasías que creen que están con un príncipe. Y ahora os cuento lo que me han dicho ellos que buscan: Apagar el fuego. Y si para eso hay que cantar el “Despacito” de Fonsi, pues te lo cantan, pero luego, el lívido se les viene abajo y no queda prácticamente, NADA.
Por eso, mujeres modernas de mi vida, no seáis tan ingenuas. Si queréis un príncipe, sed realistas, probadle, pero de otro modo: pasito a pasito, sin pegarse tanto o aquello que les puede, no les dejará pensar ni sentir.
Ahora alguna pensará que no todos son iguales: ¡FALSO! Todos lo son. Debe ser por los genes, con eso de que les gusta marcar su territorio en un sitio virgen o yo que sé qué, pero olvidaros de creer que ellos se entregan con el corazón. Quizás en el momento de, firmar las paredes de tu laberinto, pero luego les viene la amnesia.
Respetan cuando tú te respetas y actúas con la prudencia que merece que algún día puedas encontrar a ese hombre con el que puedas construir una bella familia, con hijos maravillosos que puedan vivir felices con unos papás que se AMAN con el corazón.
Eso sí amigas, pensaros bien si ese hombre estupendo que buscáis es uno de esos que tratan a las mujeres sin respetar los sentimientos que también ellos saben que entregamos cuando, se nos acelera el pulso.
LOVE, Carmen.