Hola a todos y bienvenidos a mi blog un día más. Creo que la foto que he colgado aquí, sintetiza muy bien de lo que quiero hablar y yo denominaría, «DIOSIDENCIA», por aquello de que, dificilmente puede ser fruto de la casualidad, por lo que ahora os voy a contar resumidamente.

Ultimamente ando interesada en revivir los avatares que escribí en una novela que amo en gran medida: «La Conquistadora Guadalupana», porque no paran de sucederme cosas que así lo provocan. Para abreviar y ser concisa, os cuento que entre otras muchas cosas, un día me propusieron hablar de una asociación, de la que hace poco formo parte: «Héroes de Cavite», nada más y nada menos que en la televisión local de Burgos y junto a una eminencia en historia de la Hispanidad. Todo fue tan apresurado que no acepté por falta de tiempo para prepararlo, con todo el dolor de mi corazón. Y para colmo, Estaba programado un encuentro de dichos hispanistas, en Santo Domingo de Silos, Burgos, cuando yo ya tenía apalabrado salir con mi familia a pasar el día, en algún bello paraje, que finalmente se decidió, sin que yo dijera nada, que fuese por allí.

El caso es que pedí a la providencia, que si tenía que suceder algo para bien de esa causa, todo se diera de modo que pudiera hacer ambas cosas: salir con la familia de paseo y asistir al encuentro. Aunque la tarde se apresuraba y el encuentro ya había comenzado. Tanto es así, que hasta una de mis cuñadas me lo hizo saber mientras caminábamos por un sendero entre girasoles y yo simplemente la contesté que no me preocupaba porque lo había dejado en manos de esa virgen que se ve en la portada de mi libro. Por lo que proseguimos y de repente… se dio la DIOSIDENCIA.

A lo lejos, junto a las murallas del monasterio de Santo Domingo de Silos, vi a alguien que me pareció ser, el ganador de 3 premios Goya, Jose Luis López Linares, director de la película «España la primera globalización», que se anunció proyectar en una sala de ese precioso pueblo burgalés, cuya ubicación aún desconocía. Y yo, como si lo conociera de toda la vida, le nombré en alto consiguiendo que centrara su mirada en mí, mientras parecía preguntarse, quién era yo.

¡Hombre Jose Luis, ¿pero qué haces tú por aquí?…! Y el hombre me explicó con algo de sarcasmo y cercanía, que ya tenía muy vista su película y había preferido ir a dar un paseo por esos idílicos alrededores. Pero yo le corregí y le expliqué que más bien estaba en el sitio adecuado en el momento adecuado…porque existen las DIOSIDENCIAS.

En fin, que al final le expliqué todo y me fui a ver lo que quedaba de película sentada junto a él, y pude comentarle alguna cosa sobre mi novela, además de conocer a los ponentes que estaban invitados para desarrollar el tema del IDIOMA ESPAÑOL EN EL MUNDO, en las I JORNADAS HISTÓRICAS Y LINGÜÍSTICAS. Compartí información con ellos y libros y desde entonces tengo la dicha de poder contar, siempre que se lo pido, con el asesoramiento de Julio Henche, jurista y escritor del libro, «Las Leyes de Indias».

Por ello, creo que fue todo muy fructífero. No faltó ni un detalle, porque hasta me encontré por sorpresa con unos amigos que también tienen afición por la historia y por la lucha por las causas difíciles pero necesarias y que también se toparon por casualidad con ese evento. Porque lo que sí reprocharía a la organización, es que se hiciera tan apresuradamente, sin poder hacer publicidad con tiempo suficiente como para llegar a un gran número de oyentes. Aunque al final, quizás fuimos esos pocos, los necesarios. El tiempo y más DIOSIDENCIAS, lo dirán.

Y con esa ESPERANZA y la que Dios tenga para bien, TRAER, os deseo muchas DIOSIDENCIAS en vuestras VIDAS. Sólo hay que dejarse llevar por los caminos adecuados.

LOVE, Carmen.