«La magia muestra su poder cuando disfrutas de lo que tienes, en vez de lamentarte por lo que no tienes»
Hola amigos. Estos días estoy volviendo a pasar por momentos duros. He de volver a enfrentarme a esa dama de oscuro, que se lleva a gente maravillosa. Pero ahora soy más fuerte. Sé que todo acabará bien, como acostumbro a decirle a mi hijo cuando algo le da miedo, le digo; «espera hasta el final, que todo se arreglará». Él aún así se queja porque le gustaría que todo se solucionara más rápidamente, pero a estas alturas también sé que la paciencia es necesaria para lograr en la vida, cualquier meta que te propongas. Con perseverancia y paciencia, ¡HECHO!
Quiero contaros una historia, para que esa lucha que todos tenemos por ver el vaso medio lleno, en vez de medio vacío, sea más sencilla: «Un bello día de primavera, en un verde prado, junto a un gran árbol, un hada se acercó a dos damas que allí estaban pasando la tarde, una vestida de blanco y otra de negro. Les dijo que les concedería tres deseos sí ellas querían. La dama de blanco le pidió casarse con su príncipe azul, tener dos hijos y una hermosa casa donde vivir. A la dama de negro le pareció aquello también interesante y pidió lo mismo.
Al cabo de un tiempo, todo se cumplió, pero tres años después, la casa de la dama de negro, se incendió por un absurdo descuido y la dama de negro, ya no supo ser feliz, ya que no hacía más que lamentarse por haber perdido la casa de sus sueños.
Poco tiempo después, a la dama de blanco le pasó exactamente lo mismo. Pero ella decidió no derrumbarse. Pensó y pensó, trabajó y trabajó junto al hombre de sus sueños, disfrutó de cada uno de los mágicos momento que le ofrecían sus hijos y con perseverancia, volvieron a construir ellos mismos, una casa aún mejor que aquella a la que el fuego se llevó.
Tras aquello, el hada volvió a verlas reunidas un día en aquel mágico lugar donde las encontró años atrás y las preguntó sobre sus vidas. La dama de blanco le agradeció mucho todo le que le había dado y le dijo que ahora era aún más dichosa que al principio porque había obtenido, aún más de lo que soñaba. Sin embargo la dama de negro no hacía más que quejarse por haber perdido su casa y en su marido y sus hijos sólo veía problemas, defectos, trabajo y aburrimiento.
Al oír aquello, el hada, decidió darle a la dama de negro otra nueva casa, tal y como ella la quería, pero la advirtió que si con eso no conseguía cambiar de actitud, no volvería a darle nada más. Pasado un año, otra sorpresa le sorprendería a la dama de negro, uno de sus hijos caería enfermo. Aquello volvió a deprimirle completamente, sin recordar lo único que le había pedido el hada, tener una actitud positiva. Pero justo antes de que algo terrible ocurriera, su bella hija se lo recordó, haciendo que el hada volviera y la curara, no sin antes recordarle, que cada vez que olvidara su consejo, inevitablemente se alejaría de ella y le ocurrirían más desgracias».
Pero queridos amigos, esto no termina aquí, ahora sois vosotros los que estáis bajo el embrujo del hada. Os aconsejo que no sucumbáis frente al dolor, para que ella siempre pueda estar junto a vosotros y bendeciros eternamente y recordad que DIOS LO PUEDE TODO…
LOVE, Carmen (dedicado a mi amiga Alicia, que la quiero un montón)