Hola amigos. El 12 de octubre es el día del PILAR y no quería perder la oportunidad de recordar ese milagroso evento.
Muchas veces festejamos fechas cuya simbología nos es desconocida y por tanto, carente de valor, pero para que se produjese esta singularidad, muchas otras personas trabajaron arduo en darle un significado tan digno como excepcional. Con el objetivo de que no se pierda aquello que descuidamos, hoy quiero darle un especial tratamiento, porque considero que así lo merece.
Existe un testimonio recogido por un manuscrito de 1297 que se custodia en el «Archivo del Pilar», que asegura que por el año 40, el 2 de enero, la Virgen se le apareció a Santiago Apóstol, estando aún ella viva. Y como testimonio de su visita, dejó esa: columna de jaspe, que denominamos «Pilar», por el cual recibe su advocación.
Este hecho se dio en la comunidad cristiana de «Caesaraugusta», cuya existencia es documentada en el 254 por el epistolario de San Cipriano. También consta que el Pilar, muy probablemente fue sede del concilio antipriscilianista del 380. Y se cree que Santiago y sus siete primeros convertidos de la ciudad, edificaron una primitiva capilla, a orillas del Ebro, sirviéndoles de inspiración.
Es sabido por todos los conocedores de los evangelios, que la madre de Dios, estuvo estrechamente unida a los apóstoles y el hecho de que su presencia sirviera de revulsivo tras haber dejado atrás al Maestro, pudo verse plasmado en esta tierra aragonesa. No en vano, Jesús antes de morir, encargó a su madre que se hiciera cargo del Apóstol que estaba con ella, a los pies de la cruz y el evangelio recoge, que éste, la recibe en su corazón.
Me parece tan hermosa esta historia, que no podía dejar de mencionarla en mi blog, sobre todo, si este milagro se vincula al «Día de la Hispanidad», conmemorando la efeméride del día en el que Cristóbal Colón, pisó América, anexionando el mundo conocido con el nuevo.
Además, integro todo esto, desde un sentimiento de FAMILIA, en el que no cabe el rencor por las desconsideradas actuaciones de algunos antepasados españoles, ya que el MESTIZAJE creado y la UNIÓN CULTURAL y RELIGIOSA, predominan. Más bien, observo, que de un milagro se llegó a otro y que María está siempre presente en ellos: Desde ese Pilar, hasta nuestra Señora de Guadalupe, patrona de las Américas y vinculada con la advocación de la extremeña, en Cáceres, que tanto Colón, como Hernán Cortes, enarbolaban por las tierras del nuevo mundo.
Por tanto, hoy quiero dar esta perspectiva TRIUNFAL, de los PUEBLOS, unidos por sentimientos y deseos comunes, que si somos capaces de alimentar, con el AMOR y RESPETO que necesita, podrá seguir dando más MILAGROS. Por eso me atrevo a decir, a viva voz:
¡Viva el día de la Pilarica! ¡Viva el día de la Hispanidad! Y ¡Viva el día en el que nuevamente, de entre los hombres y mujeres de buena voluntad, se fragüe un milagro aún mayor!
LOVE, Carmen.