Hola amigos. Estos días, si habéis observado los medios de comunicación, encontraréis que de lo que más se habla es del caso del asesinato de la pequeña Asunta. Y es que, confieso, ni siquiera yo he podido dejar de interesarme por el tema.
Quizás porque no dejó de preguntarme, en el caso de que finalmente se corrobore la hipótesis del asesinato supuestamente llevado a cabo por sus propios padres, ¿Cómo puede ser eso posible cuando todo parecía tan normal, e incluso, idílico en esa familia qué había adoptado una preciosa niña con tanto interés?
Es difícil encontrar una respuesta lógica, por lo que a mí sólo se me ocurre una reflexión.
Al oír el posible desenlace de este suceso, lo primero que seguramente nos viene a todos a la cabeza, es la idea de que, nosotros jamás haríamos esa monstruosidad. Sin embargo, debido a las peculiaridades de éste caso, que rompe cualquier esquema, quizás no deberíamos subestimar el poder de la tentación, fruto de nuestras debilidades e ignorancia.
Seguramente esa presunta madre asesina, ahora compruebe que su vida será mucho más difícil sin su hija, no tan sólo por el precio que quizás tenga que pagar ante la justicia, sino, sobre todo, porque por encima de lo que fuera que le llevó a cometer esa locura, necesitaba a su hija en su vida, más de lo que pudiese si quiera imaginar.
Esta es mi hipótesis, quizás basada en la necesidad de creer en la vulnerabilidad del ser humano ante la tentación que ofrece la ignorancia, resistiéndome a creer en la idea de que alguien pueda ser tan despreciable.
Siento que esa invisible tentación, latente ante nuestros desconsuelos y frustraciones, tiene poder sobre nosotros, sólo si nos alejamos de esos valores qué nunca ponen por delante, a unos por encima de otros. El amor da la vida por los demás. La quita aquello que se cree por encima de todo, sin darse cuenta de que el todo necesita de todos sus componentes para ser feliz.
Resumiendo, que más nos vale navegar siempre junto a ese generoso amor, con la inquebrantable confianza de que lo puede todo y dejar atrás, ese lado oscuro producto de la osadía de la ignorancia y del miedo.
Tener las ideas claras es clave en las situaciones extremas, por eso es tan importante, no bajar la guardia.
Y haciendo acopio de mi reflexión, os mando todo mi amor para que os ayude en esa lucha hacía el encuentro de un mundo mejor, en el que todos, somos imprescindibles, parezca lo que parezca.
LOVE, Carmen.