«Los últimos serán, los primeros»
¡Hola amigos! Aquí estoy de nuevo escribiendo una de esas reflexiones que quizás pueda aportar más positividad en nuestra gran aventura aquí. Es importante llenarse de lo que aporta “buen rollito”, así atraemos esa misma energía. Por eso, hoy, que estoy griposa pero con la ayuda de unos probióticos, en fase de recuperación, os quería trasladar otra idea positiva, la de que a pesar de que a veces no se consiga una meta tal y como queremos que ocurra, en el fondo eso es un triunfo, ya que nos enseña tanto en ese camino, que quizás ni somos conscientes de ello.
Me gustaría poneros un ejemplo cercano para todos como puede ser un examen. Supongo que todos en nuestra vida hemos suspendido algún examen y recordamos esa experiencia con especial detalle. Eso ya es un triunfo, porque nos ha supuesto un reto muy importante, el de superar el hecho de que alguien que te ha medido, te diga que no das la talla y actives los recursos que posees para sobrellevarlo. Eso nos enseña a adquirir humildad para reconocer que lo podemos hacer mejor y afán de superación que nos permite continuar perseverando intentándolo de nuevo con otra táctica basada quizás en investigar qué es realmente lo que se espera de ti.
Otras muchas veces también hemos aprobado exámenes, pero si indagáis un poquito en esos momentos, lo que realmente recordamos es la alegría que nos produjo no lo que realmente nos llevó a superar la prueba. Todos sabemos que no siempre estudiando se aprueba, influyen otras variables y sólo te paras a examinarlas y tratar de controlarlas, cuando te rechazan.
Por eso quizás, tener buena suerte es en realidad una mala suerte, ya que no te hace crecer, pero indudablemente perder, requiere un esfuerzo mayor en nuestras vidas cuyo premio es mejorar como ser humano, pues requiere reconocer que de algún modo has errado, pero además te lleva a la perfección del asunto, ya que sientes que la próxima vez, nada puede fallar y por tanto, debes controlar todo lo que has tenido que averiguar, ha podido fallar, especializándote.
Por eso, especialistas en superar todos los detalles de la superación, sois grandes. Yo creo estar en fase de, pero indudablemente siento que la vida no me lo pone nada fácil, quizás me esté haciendo un favor, no lo sé con exactitud, pero intuyo, que lo averiguaré.
LOVE, Carmen.