Hola amigos. Cada día me doy cada vez más cuenta de cómo esta crisis que parece no acabar nunca, nos hace más pesimistas a todos. Hoy quería recordaros y recordarme, que hace siglos alguien dijo que el poder para que las cosas ocurran, está en nosotros, sin embargo XXI siglos después, aún no lo hemos interiorizado.

La fe es tan poderosa como desconocida, porque si tenemos fe en algo, es en que, las cosas buenas sólo les ocurren a unas cuantos privilegiados o simplemente no nos ocurren a nosotros porque no deben ocurrirnos, ¿para qué darle más vueltas? Relajémonos y apechuguemos con lo que nos toque, suele ser nuestra filosofía de vida, y se cumple.

Pero yo intuyo que hay algo más, algo que abunda en mi novela , “Ella estuvo allí” y en el resto de la trilogía, “La llamada del comienzo” y “Hacía el destino final”, (que próximamente publicaré), al recordar a aquel que hacía que lo imposible dejara de serlo.

Necesitamos experiencias que nos den la confianza que necesitamos para creer en esa simple fórmula; fe=poder. Simple por su formulación, pero complicada en la puesta en marcha, dentro de un entorno en el que hemos aprendido, todo lo contrario, y eso, o te lo crees y descubres un mundo infinito deseoso de cumplir tus deseos o no te lo crees  y sigues hacía donde te lleve la corriente.

Yo deseo de corazón que encontréis ese camino de prosperidad y que cada vez que algo se os tuerza, penséis; esto no es mala suerte o lo que me toca vivir o sufrir, sino que es, el fruto de mis miedos y dudas, que debo ir controlando, para que finalmente, mi fe sea fuerte y poderosa, tal y como debe ser.

Sin duda creo que, si nos mantenemos al lado del amor incondicional, esa sabiduría, llegará.

Love, Carmen.