» Tras la tormenta siempre vuelve la calma»
Hola amigos, hoy es uno de esos días en los que mi lado negativo intenta minar mi lado positivo.
Soy consciente de que afrontar los retos que se presentan cada día, requiere energía positiva, pero reconozco que entenderlo, no es suficiente.
Quizás sea porque las informaciones que estoy recibiendo desde que empezó la mañana no son nada agradables o por el desgaste emocional que ofrece la rutina diaria, o simplemente hoy no he dormido ni bien ni suficiente. Sea lo que sea, voy a hacer un esfuerzo por encontrar, hasta de esto, el lado amable, con un pequeño análisis que comparto con vosotros.
Si pongo en una balanza todas las cosas buenas que tengo, claramente superan a las malas. Lo único que me queda en el horizonte, es la lucha constante ante múltiples barreras que me impiden forjar mis sueños, tal y como a mí me gustaría, pero sé, que la más peligrosa de esas barreras, puedo ser yo.
Además, si todo fuera tan fácil cómo; deseo esto y sin más ocurre, la vida no tendría aliciente. Todo adquiere otra dimensión cuando se ha conseguido tras la dura lucha. Los retos son los que nos hacen estar interesados en la vida y una vez conseguidos, el vacío que dejan, debe ser enseguida cubierto por otro nuevo desafío, que nos permita conservar el interés por continuar.
Así es que, con vuestro permiso, voy a recordarme lo única y maravillosa que soy, para poder creer en mi misma, sabiendo que aún me queda mucho por aprender, con la humildad que deja que el conocimiento prospere en el ser que todos llevamos dentro y al que de vez en cuando, hay que lanzarle un piropo.
Os quiero amigos y también me quiero yo, aunque a veces me exija tanto, que lo olvide.
LOVE, Carmen.