Hola amigos. Hoy os quería plantear una cuestión que quizás algunos no os habéis planteado: ¿En cuánto valoráis vuestra libertad?
Muchos de nosotros tenemos la gran suerte de escoger diversos asuntos haciendo uso de esa libertad, tales como; qué estudiar, qué comer, como vestir, donde vivir, qué música escuchar o libro leer, ir al cine o al teatro, a quién votar, en qué trabajar (en esto ya no tanto), o simplemente a qué dedicar el tiempo libre, valga la redundancia. Hacemos todo esto con cierta normalidad sin darnos cuenta de lo mucho que ha costado que sea así.
Si observamos el transcurrir de la historia, este hecho que ahora en ciertos lugares del mundo puede parecer normal, nunca lo fue antes. Muchas desgracias han sucedido ante el clamor de la gente reivindicando dichos derechos que aún deber mejorarse sustancialmente.
Por tanto nos encontramos con que la realidad es que a través de los tiempos, siempre ha habido unos cuantos hombres que han querido manipular a otros muchos, para poder llevar a cabo su propia composición política, económica y social.
Pienso que este hecho egocentrista e ignorante sobre la verdadera naturaleza del hombre, ha causado y causa hoy en día, grandes injusticias.
Pero lo que más me indigna es lo fácil de manipular que somos ante nuestra pasiva respuesta desde estos ámbitos de control. Siempre va a haber algún “lumbreras” que se crea Dios y por tanto el que sabe mejor que los pobres “tontos” de los ciudadanos, lo que debemos ser y querer todos los demás, por eso no nos queda otro remedio al resto, que estar atentos y luchar lo que haga falta, pero no sólo en nuestro país, todos los demás países también nos incumben, mucho más de lo que creemos.
El mundo está interrelacionado. No vivimos en una burbuja infranqueable y además, todos somos hijos de un mismo Dios y somos hermanos. Por ese motivo, quiero, desde mi humilde blog, mandar mi apoyo a todos los que se sienten oprimidos por falta de libertades que les permitan escoger como vivir sus propias vidas. Nadie tiene derecho a oprimirles y Dios lo sabe. Él está dentro de cada uno de nuestros corazones, por eso la mayoría sentimos esa verdad. Sólo aquellos que han matado su corazón, son incapaces de oírlo.
Por todo ello, quiero recordar a tantos hombres y mujeres que lucharon y luchan por la libertad, con las manos limpias. La palabra es el único arma que puede entrar allí donde el ser reposa y despertarle, todo lo demás mata. Mahatma Grandhi, Martin Luther King y otros muchos anónimos, así lo entendieron y triunfaron.
¡Ánimo, amigos! Juntos podremos hacerlo del mismo modo. La libertad es un derecho que desde nuestro nacimiento Dios nos otorgó y nadie debería creerse por encima de esto. Todos lo sabemos y sólo podemos bendecir esta verdad. De ningún otro modo pueden obtener nuestra aprobación real y verdadera, aquellos que no cumplan esta máxima. La verdad es implacable y las consecuencias de lo que no se ajuste a ella, también.
¡Viva la libertad y aquellos que creen en ella, porque así, hagan lo que hagan unos pocos, SIEMPRE SEREMOS LIBRES! Mi corazón está con vosotros y EL PODER DE DIOS LLEGARÁ en su momento justo, por algo que trasciende a todo entendimiento humano. ¡Dios os bendice!
LOVE, Carmen