Hola amigos. Llevo una semanita llena de funerales. Gente maravillosa que nos deja y que nos recuerda lo injusto que es la muerte.

El sábado pasado fue José quien sufrió el duro golpe de la muerte, implacable y cruel. Sus familiares y amigos, no podíamos creernos que él, ya no apareciese por nuestras vidas ofreciéndonos sus múltiples servicios y delicado trato. Pero el tiempo nos dirá que así será. Sin embargo, un halo de esperanza nos rodeó desde el primer momento, recordándonos que el verdadero amor existe, y mostrará su presencia, llena de VIDA, haciendo su justicia.

El lunes, otra amiga sufrió la pérdida de su querida y sacrificada madre. Otra joya que deja atrás seres queridos. Las típicas frases absurdas, llegan a mi mente: “La muerte es parte de la vida”. “No somos nada”…

También murió hace pocos días, Paloma Gómez Borrero. Una mujer llena de positivismo, tolerancia y amor al prójimo.

Todos los días ocurre. Nadie está exento de llegar a las manos de la guadaña. Y todavía algunos pretendemos aceptarla como parte de nuestro destino. ¡Qué tristes somos!

¡Pues va a ser que yo me niego! ¡No quiero ser tan triste! El verdadero amor DA LA VIDA y lo único que tiene en común con la muerte, es que ambos son implacables, pero en una causa totalmente distinta.

Guadaña, trabaja todo lo que puedas, porque cuando llegue el momento, serás: ¡NADA! Se te retirará el poder que te otorga nuestra ignorancia y cuando veamos el injusto rostro que luces, será tu final.

Alguien ya lo hizo antes que nosotros y no nos va a dejar aquí desamparados, porque tiene tanto AMOR en su corazón, que llegará a todos.

Este es mi credo y si alguno tiene la capacidad de sentirlo, llenaros de él, porque con esperanza e ilusión, se llega a todas partes.

LOVE, CARMEN.