Felicidad, ¿dónde estás?

Hola amigos. Quería pararme a pensar con vosotros sobre un tema tan subjetivo como indispensable para poder afrontar las vicisitudes diarias. Me refiero a esa sensación de bienestar que te hace actuar con la energía  y entusiasmo necesario para llevar a cabo todo en la vida, la felicidad.

Quizás una de las circunstancias que favorece la permanencia de este sentimiento tan importante para obrar de manera óptima, es el hecho de sentirse a gusto con uno mismo, por eso, ese es el punto en el que me gustaría indagar.

Los expertos ya lo dicen, cuando uno tiene varios fracasos seguidos en la vida, puede recaer en depresión ya que esas experiencias generalizadas en su día a día, le sumergen en una sensación inversa a la felicidad. Quizás entonces, haya que cambiar esa rutina y el concepto de fracaso.

Los maestros saben que antes de que un alumno adquiera un conocimiento, el error debe aparecer como síntoma del buen camino hacia esa adquisición. Dicho de otra forma, hasta llegar al objetivo, el alumno prueba diversos caminos posibles para averiguar cual es el más adecuado. Por tanto, es un buen síntoma el error, no un fracaso. Pero, ¿se entiende esto así?, o mejor dicho, ¿se interioriza esto así?

Probablemente no y si esto lo unimos a las dudas existenciales y la falta de valor para hacer lo que uno siente que lleva en su interior en vez de lo que se supone que es bien recibido en la sociedad, el sentimiento y posible depresión, predominan. Justo lo que menos necesitamos en tiempos difíciles como estos.

Después de este análisis solo me queda decir que francamente yo creo con total seguridad que todo lo que somos, es necesario para la sociedad, pero es imprescindible buscar dentro de uno mismo para encontrar el camino para llegar a nosotros.  Uno no se debería quererse tan poco como para pasarse la vida haciendo lo que no le gusta, hasta llegar a anularse.

Mi consejo, crea un plan para llegar a hacer aquello que sientes quieres ofrecer,  para lo que has sido creado, teniendo en cuenta la situación concreta que tengas frente a ti, creyendo en ello y modificándolo cada día según las circunstancias. Disfruta de ese caminar fructífero. Así, sin darte cuenta, esa sensación negativa cambiará su rumbo hacía la felicidad, contagiándoselo a tu entorno. Es necesario que ocupes tu lugar para que todo funcione idóneamente, sin ti no lo hará. Por todo eso y mucho más, te necesitamos ser único, encuentra tu camino y todos disfrutaremos de ello. Si tu eres feliz, los demás lo seremos, si tu das, los demás darán, si tu saltas, yo salto.

LOVE, Carmen

Libros recomendados;

«La buena suerte» (Álex Rovira, Fernando Trías de Bes) / «El secreto» (Rhonda Byrne) y por supuesto; «Ella estuvo allí»