Hola amigos. Permitidme que haga un homenaje a dos personas, mis padres, que me dieron la vida y tantas otras cosas, alguna de las cuales me gustaría contaros, no sin antes deciros que, a ellos les he dedicado «Ella estuvo allí», ya que sin lo que me dieron no hubiera podido crearla, y ese ingrediente fue, su amor incondicional.
A los 76 años una noche, tuvieron que dejarnos, con la tranquilidad de saber que se sentían en paz con el mundo, pero con la pena de dejar a su familia en un lugar como el que todos conocéis. Fue doloroso y extraño…
De mi padre recuerdo muchas cosas; lo sabio que era, como con su palabra, simpatía y saber estar se ganaba a todo el mundo, los valores que me inculcó de una manera natural, conversando tranquilamente como dos amigos. Siempre estaba ahí, preocupado por todo lo que me rodeaba, protegiéndome y creyendo en mi, más que nadie. ¿Cómo no voy a creer ahora yo en mis posibilidades, si antes lo hizo una de las personas más importantes de mi vida?. Gracias papá, por haber creido en mi hasta cuando pude decepcionarte en mi andadura por la vida. Siempre estás conmigo, porque alguien así no puede desaparecer jamás. Te quiero
Mi madre era y es, que seguro que la está montando por ahí arriba, la alegría personificada. Pídela que te monte una fiesta, eso sí, con todos los posibles a su disposición, y nadie lo haría mejor que ella. Era graciosa, salerosa, llena de talento, simpatía e inocencia. También he de confesar que tenía un caracter a veces, que paqué, pero como su corazón era tan grande, ¿quién la puede guardar rencor?. Me encantaba lo sensata que me hacía ser, porque tenía la cualidad de extraer lo esencial de las cosas. La recuerdo con tanto espíritu de sacrificio, sobre todo los últimos años de su vida, que supo afrontar una enfermedad terrible, con gran entereza, solo por una razón, AMOR. Te adoro mamá.
En fin, que he sido muy afortunada y quería compartirlo con vosotros. Un beso enorme