«Dejad que los niños se acerquen a mí. De ellos es, el reino de los cielos»
Hola amigos. Parece que a medida que pasan los años, deberíamos convertirnos en alguien mejor, pero no lo parece. Cuando éramos niños, disfrutábamos a tope de cada detalle que nos ofrecía la vida, por muy insignificante, a los ojos de un adulto, que pudiera parecer. En un instante podíamos pasar del llanto a la risa y hacer amigos solo por un ataque de risa compartido. Jugábamos tanto con aquel que siempre tenía mocos y se los comía, como con la que llevaba lacitos en el pelo y si nos enfadábamos, de manera sencilla y rápida lo arreglábamos. Éramos tan sinceros, que los adultos se reían de nuestros comentarios y los exculpaban diciendo, “estos niños, como son”, sin entender muy bien su significado, sólo que esos límites que ellos tenían, eran algo confusos. Todo terminaba en …it@, te decían las cosas con delicadeza, dulzura e intentaban ayudarte cuando errabas o no entendías algo, sin lastimar tu sensibilidad. Nosotros éramos más brutotes, pero daba igual. Nos encantaba explorar, sacábamos algo mágico hasta de una piedra y el mundo nos resultaba excitante. Que Dios existiera era lo más y solo con una mirada al firmamento, podíamos encontrarlo y fundirnos con Él…
¿Donde ha quedado todo eso?. Quizás ahora que tenemos tanta información, hayamos perdido un poco esa esencia que nos hacía tan…, niños. Quizás ahora, sea el momento de volver atrás para recuperar lo perdido y empezar a eliminar de nuestras vidas, todo aquello que nos hizo retroceder, para quedarnos solo con aquello que verdaderamente nos hizo crecer. Quizás, solo quizás, ahora sea el momento de SER.
Carmen, LOVE