Hola amigos. Después de experimentar numerosas vivencias estos días, hoy quería destacar aquellas que me han llevado a la conclusión de que parece que todos nos sentimos muy dolidos cuando en este mundo tan competitivo, no alcanzamos lo que quizás se espera de nosotros, OLVIDANDO lo más importante; ¿qué queremos realmente nosotros ser?
Ayer observando las rosas que tengo en mi pequeño jardín, me di cuenta de que todas eran muy hermosas y distintas, cada una con sus características particulares. Pensaba que si tuviera que elegir una de ellas como la más hermosa, me daría cuenta de que quizás pudiese, pero finalmente necesitaría del resto, porque cada una de ellas me ofrece algo distintos y hermoso, que ninguna otra posee. Así somos nosotros.
El problema radica en que no somos educados para desarrollar nuestros peculiares rasgos únicos, sino para formar parte de un sistema ya establecido, desde el cual desenvolvernos si tenemos la suerte, de pertenecer a él. ¿Pero dónde quedan los que son/somos distintos y necesitan/necesitamos, una educación acorde a esas diferencias?
Ayer hablaba con un amigo que es profesor de un instituto y me explicaba como nuevamente, van a contar con dos profesores menos para el próximo curso, 20014/2015. Eso viene a significar, que cada aula va a ser ocupada por un número mayor de alumnos y en consecuencia, que la atención que se les podrá proporcionar será menor.
Los profesores, me contaba este amigo, lamentándolo mucho, ya están preparados para que el fracaso escolar, aumente. Los jóvenes que puedan seguir el ritmo establecido, serán premiados y el resto, tendrá que lidiar con el hecho de creer lo que esta sociedad le establece con sus normas (que no vale para estudiar…), o revelarse y hacerse un hueco, creyendo en sus posibilidades, en un esfuerzo, francamente, considerable.
“Ciegos guiando ciegos”, eso es con lo que nos encontramos. Desde el gobierno se establecen unas normas probadamente abocadas al fracaso, al desconocer que es imprescindible respetar las características diferenciales del ser humano y potenciarlas, cueste lo que cueste. Ninguna inversión puede ser más rentable, pero visto lo visto, se carece de ganas de superarse y de conocimiento, lo cual no me extraña puesto que somos producto del mismo defectuoso sistema.
Personalmente tengo la esperanza, de que miguita a miguita, finalmente se llegue a la verdad. Se consiga entender que somos extraordinarios, TODOS, pero que hay que encontrar el modo, cueste lo que cueste, trabajando cada día, sin miedo, en diferentes estrategias que respeten la identidad de cada uno, sin humillarla y para ello el personal docente, es fundamental. Sólo admirando a cada ser, seremos capaces de resolver un misterio, que como todos, parece difícil e incluso inalcanzable, y seguramente es SENCILLO.
Sea como fuere, amigos, hermanos, recordad que la perfección está en cada uno de vosotros. Que nada ni nadie, os haga jamás, olvidar eso. Luchad, prosperad, levantaos cada día con ese espíritu y BRILLAD COMO SÓLO VOSOTROS SABÉIS HACERLO, sin olvidar que JUNTOS, somos un TODO.
LOVE, Carmen