¡Hola amigos! ¿Qué tal las fiestas? ¿Ha habido muchos daños colaterales? Me refiero a esos kilos de más que ahora tenemos. Eso tiene fácil remedio, unos días haciendo más ejercicio y comiendo menos y arreglado. No fue tan sencillo para los que hoy quiero dedicar mi artículo, los que ahora son reconocidos como Santos, pero que en su momento fueron señalados y puestos en duda por las más altas autoridades.
Tenía ya ganas de escribir sobre ellos, no porque aparezcan en mis sueños, sino porque aparecen en mis pensamientos. Los admiro y me parece que son los que cambian las cosas para mejor. Innovadores incomprendidos en su época de los que nos beneficiamos todos hoy en día. ¿Qué más se puede pedir?
Pero las penurias por las que tuvieron que pasar fueron muchas y todo por su gran generosidad sólo recompensada en el cielo, porque lo que es aquí… Durante sus vidas fueron perseguidos, puestos en cuestión y perseveraron entre otras cosas, para poder ser comprendidos y llevar a cabo sus propósitos revolucionarios. Pero ya va siendo hora de que os ponga nombre a tantos héroes, que pagaron muy caro, su visión privilegiada de lo que Dios les pedía.
Son muchos los casos, pero, por lo menos hoy, me limitaré a contaros brevemente un poco de la historia, de tres de ello: El Padre Pío de Pietrelcina, Santa Teresa de Ávila, también llamada Santa Teresa de Jesús y Dorothy Day.
El Padre Pío fue cuestionado por unos estigmas que le salieron en manos y pies, en el mismo lugar en donde Jesús fue herido al ser crucificado y para colmo tenía cualidades sorprendentes que le permitían conocer a la persona que tenía frente a él, sin que este abriera la boca. Pero además, por las noches, unas sombras extrañas le hacían la vida imposible y todo ello lo llevaba con la mayor discreción, sin embargo todo era tan evidente, que finalmente se supo y por todo ello, tuvo que dar cuenta a los hombres más relevantes, ganándose grandes desconfianzas. Con el tiempo, se le ha hecho justicia, pero sufrió mucho en vida.
La Santa castellana, Teresa de Ávila, tuvo también su lucha personal. De procedencia judía y con muchas ganas de terminar con las discriminaciones clasistas que existían en los conventos, puso al clero patas arriba, sobre todo cuando se enteraron de que escribía poesías acerca de su relación con Jesús, donde explicaba: No saber si Jesús estaba en ella o ella estaba en Jesús y que moría porque no moría del placer que le producía estar cerca de su Señor. Todo un escándalo al estar en boca de una mujer culta, que escribía con gran corrección y dominio, en un mundo dominado por los hombres. Tanto era así, que se cuenta que hacía a posta faltas de ortografía, para no ser censurada.
Su coetáneo San Juan de la Cruz pasó también penurias. Sentía igualmente que a Dios había que servirlo de otro modo; desde la humildad, la austeridad y el servicio a los demás, sin lujos.
La historia de Dorothy Day también es admirable. Ella luchaba por los derechos de los sin voz, siendo su voz por medio de un periódico sin ánimo de lucro, que ponía en evidencia las injusticias que se daban en Nueva York en época hambruna. Un obispo la llegó a pedir que quitara de su denominación, lo de “Católicos”, pero ella dijo que era lo que eran y así se denominarían. Ese y otros muchos pulsos, tuvo con la iglesia, que finalmente la daría la razón y hoy en día es considerada por estos mismo, un ejemplo a seguir.
Pero además de esta lucha por ser entendidos, estas admirables personas no abandonaron su iglesia, quizás porque la amaban tanto, al sentirla como la instaurada por Cristo, que decidieron serla fiel a pesar de los inconvenientes. Y menos mal, porque nos sobran escisiones…
Resumiendo diría, que hace falta mucha gente como ellos, pero quizás el precio a pagar no sea tan atractivo. De todas formas estaría bien, que dejáramos atrás nuestros prejuicios cuando alguien nos cuente algo extraordinario, dándole el beneficio de la duda. Pienso que en el corazón está la respuesta y a menudo usamos más la razón, que nos impide ver la magia que hay en el interior.
La rebeldía del corazón ha beneficiado al hombre, mucho más de lo que podamos imaginar y hoy nuevamente pido a todos, que creáis en aquello que os hace únicos y tengáis paciencia. Quizás no obtengáis logros económicos, pero siempre seréis recordados como verdaderos héroes, para los que os rodean, que cambiaron su mundo, si os aferráis a causas justas que os pide el ser más perfecto que habita en vosotros.
LOVE, Carmen.