La verdad no tiene prejuicios

CAM01180Hola amigos. Hoy necesito que hagáis un ejercicio que os prometo puede ser interesante. Os propongo que penséis en aquello que os cree algún tipo de prejuicio. Os daré ideas; pensad en aquel partido político que menos os guste, o en el tipo de hombre o mujer que menos os atraiga físicamente o emocionalmente, o en la ideología más repelente que se os ocurra, gustos, sabores, olores que os chirríen… Sé que sólo ya de leer esto, os debe estar entrando ganas de abandonar, pero continuad, por favor, seguid leyendo.

Ahora imaginaros cual sería vuestra pareja ideal, esa con la que os gustaría compartir todo y que parece imposible que pueda existir de tan perfecta. Supongo que quien habéis elegido carece de todo lo que os resulta desagradable y acabáis de visualizar anteriormente, por pura coherencia a simple vista.

Algunos ya os estaréis imaginando que quiero hacer con estas piezas tan distintas; cruzarlas, por aquello de que quizás, nuestro objetivo principal sea llegar a la verdad. Pero no pretendo haceros sufrir más, así es que simplemente concluiré diciéndoos que los prejuicios suelen jugar en nuestra contra pudiendo incluso evitar que disfrutemos de algo que estamos esperando, pero que parece no querer llegar nunca. Quizás seamos nosotros los que no estamos abriendo la puerta adecuada, porque tiene ese color chillón que tanto odiamos, pero en su interior está aquello que andamos buscando.

En todo caso, parece sensato tratar de superar cualquier prejuicio que nos pueda cegar, evitando que descubramos esa verdad que sólo el corazón tiene la capacidad de vislumbrar.

Porque quizás la verdad no entiende de buenos o malos, de comunistas o demócratas, de creyentes o ateos, de gordos o flacos, de todo o nada. Entiende con todos y nos lleva a todos por la vía de la humildad vestida de un amor inmenso a toda la creación. Ni el miedo ni la ignorancia, saben de él. Lo conocen aquellos que, valientes se exponen a la vida escuchando cada palabra salida del corazón sin medirla por su forma sino más bien por su contenido.

Todo un arte que la vida nos aporta si la queremos escuchar sin juzgarla.

LOVE, Carmen

 

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