Hola, amigos de mi blog. Hoy domingo, se celebra el día de la MISERICORDIA. Y este día tan necesario para la salud espiritual de todos, tenía que ser abordado en mi íntimo rincón, para dejar una pequeña flor a tan bello concepto, a los ojos del Rey de corazones.
Ciertamente, con esto de la pandemia, estamos todos preocupados por nuestra salud física, pero está más unida a la espiritual, de lo que parece.
Muchas personas devotas, está rezando sin parar para que nuestro Señor se apiade de nosotros y nos haga un milagrito, llegue un remedio… Sin embargo, si escuchamos las REVELACIONES que nos dejó: más que holocaustos quiere misericordia. Por eso quizás tengamos que plantearnos alguna cuestión: ¿Qué puedo hacer yo para mejorar la vida de los que tengo a mi alrededor?
Seguro que se nos ocurren cientos de ideas y las mejores son, las que más nos cuestan aceptar, porque ahí es donde radica nuestra mayor debilidad, aquella que tarde o temprano tiene que ser atendida. Así nos puede cuadrar otra revelación hecha por S. Mateo 9:13, también con respecto a este tema:
«Id pues y aprended lo que significa: Misericordia quiero y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos sino a pecadores, al arrepentimiento.»
Pues aquí os dejo material para que vayamos y aprendamos qué quiere realmente Dios de nosotros, para que así mejore nuestro entorno y con él, el de todos. A mi ya se me están ocurriendo unas cuantas ideas para poner en práctica. Y nada más terminar de escribir esto, empezaré por la primera.
Ánimo a todos. Sembremos bien, para recoger la bendición de Dios, a través de nuestros hermanos, que están, estamos, sedientos de MISERICORDIA.
LOVE, Carmen.