Hola amigos. Quería desearos que paséis una FELICES NAVIDADES, en las que sobre todo hagáis un hueco para recordar la trascendencia e importancia que se dio cuando nació el mayor regalo que se puede tener, Jesús.

Jesús significa muchas cosas, entre ellas EL PODER DEL AMOR INCONDICIONAL hecho hombre para darnos EJEMPLO. Nadie amó más que Él, ni dio más que Él. De nosotros depende ser AGRADECIDOS o no, porque parece que cada año nos ocupan los mismos asuntos triviales y sin embargo, éste es el esencial.

Por eso también quería llenarme de su tierno corazón y pararme en otro asunto, aunque sé que puede molestar porque nos trae dolor este recuerdo. Me refiero a los muchos seres humanos que están sufriendo un verdadero infierno y en especial a los ultrajados hermanos de Alepo. Entiendo que nunca serán olvidados por los justos.

Por ellos pido una oración y que los niños que han visto como han matado a sus padres, hermanos y otros familiares y amigos, no se queden con rencor en su corazón, sino con las ganas de hacer un mundo mejor, en el que cada vez menos, puedan ocurrir estas cosas.

La venganza y el odio multiplica la violencia, pero suele ser el recurso más cercano a nuestro entendimiento racional, por eso espero que ese espíritu sobre natural del AMOR de JESÚS, nos invada a todos y seamos capaces de ver más allá, para buscar verdaderas soluciones a estos conflictos.

Y no se me ocurre una frase mejor que la que otro Jesús muy especial en mi vida, suele decir: “Al mal no le gusta el AMOR, mamá”, así es que pongamos en todo lo que hagamos mucho amor, si puede ser, no sólo el día en el que conmemoramos este NACIMIENTO tan trascendental en la historia de nuestra existencia, sino todos los días de nuestras vidas. Y para ello, cuando retrocedamos en nuestro crecimiento espiritual por tantas heridas que soportamos, se me ocurre que el mejor modo de apartarlo es tener en la mente y el alma, este concepto.

Cuando el lado primario nos pierda, acordémonos de Jesús, que representa el amor más grande que nos pueda INSPIRAR.

“Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros como yo os he amado.” Juan 13:34

¡GRACIAS NIÑO DIOS, NIÑO REY!

¡FELIZ RENACIMIENTO!

LOVE, Carmen