Hola amigos de mi blog. Hoy es un día comprometedor para los españoles porque es un día de reflexión. Mañana tenemos que votar por enésima vez para ver si rompemos ese empate técnico que hace que los políticos que ejercen como representantes del pueblo, no puedan gobernar.
Para mí y para muchos españoles, ese es el drama. Están tan enfrentados entre ellos que su crispación salpica al pueblo. Así no se puede llegar al REENCUENTRO. Y eso me huele a momentos difíciles.
Pero la cosa no acaba aquí. También asusta el hecho de que mucha gente no quiera ver hechos que parecen bastante objetivos y se obcequen en buscar realidades alternativas.
Por ejemplo, a VOX se la demoniza fácilmente porque las izquierdas nos tienen acostumbrados a un discurso bien distinto en el que, a grandes rasgos, no somos una NACIÓN ni debemos serlo porque eso es una dictadura. Y si hablamos de economía, las izquierdas intervienen el mercado todo lo que les dejan y los otros proclaman lo contrario. Por eso para unos «el coco» es Podemos y para otro, VOX. Los demás partidos pasan a ser vistos como tibias posiciones despreciables.
Yo pienso que mal vamos así. Si no somos capaces de DISCERNIR los fallos de unos y otros, es que, hagan lo que hagan, nos tienen en sus manos.
Mi humilde consejo es que abramos los ojos y seamos capaces de ver, escribir en un papel, etc, sin miedo, todo aquello que no nos gusta de un partido y de otro y lo que sí nos gusta. Si no somos capaces de hacer esto con TODOS, por supuesto después de leer sus propuestas, es que estamos adoctrinados por sus eslóganes y no vamos a ser capaces de actuar con responsabilidad.
Además, creo que tenemos que asumir el hecho de que sólo Dios tiene una fórmula perfecta para hallar un Reino Justo. Nosotros tratamos de encontrar fórmulas, que por nuestra diversidad de vivencias y entendimientos, son plurales. Pero ese no tiene porque ser un problema. En realidad es el modo en el que CRECEMOS. Y en esta gran familia que es España, todos tendríamos que tener derecho a crecer y a votar a la opinión mejor o menos mala, sin ser ETIQUETADOS por ello.
Pero observo a mi alrededor que la atmósfera de crispación que ellos fomentan, llega a nosotros. Sin embargo, no sé vosotros, pero yo prefiero vernos como hermanos que, apoyen la fórmula que apoyen, ninguno tiene mala intención ni la verdad absoluta.
En conclusión, me gustaría dejar la idea de FRATERNIDAD por encima de todo y el consejo de no servir a ninguna ideología más que a la que cada uno de nosotros intenta encontrar en su interior.
Con la soberbia nadie gana y mucho menos, uno mismo.
LOVE, Carmen.