Por el cambio

Hola amigos. Estamos en el siglo XXI, pero aunque la sociedad ha avanzado en algunos aspectos y en otros simplemente a cambiado, otros organismos e ideologías no lo han hecho, como es el caso de la iglesia Católica.

Los jóvenes viven una época en la que estamos saturados de información proveniente de los instrumentos que más atractivos nos resultan, la televisión, el ordenador; internet (plagado de posibilidades), la radio y un sin fin de anuncios que hay por todas partes, invitándote al consumo de mil y un artilugios atractivos que seguramente no son tan necesarios. Pero ellos, sí saben lo que quieren los jóvenes y lo utilizan para sus propósitos. Me encantaría que la iglesia se preocupase de la misma manera, ya que Cristo, sí tiene algo muy interesante que ofrecernos a todos.

Yo creo que los jóvenes necesitan amigos con los que compartir sus sentimientos, frustraciones, deseos y necesidades, que les escuchen sobre todo y diversión sana. ¿Hace esto la iglesia con ellos?. Visten según la moda que se marca y ellos mismos deciden, no con sotanas negras. Les gusta la música pop, rock, rap, heavy…, ¿tiene esto en cuenta la iglesia?. Les encanta los deportes, ir a la pisci (como ellos dicen), patinar y sortear miles de obstáculos. ¿Sabe esto la iglesia?. Tienen inquietudes amorosas y como no, también sexuales, pero más que reprimendas y tabús, necesitan comprensión y algún consejo que ellos mismos decidan si escoger o no, sabiendo que decidan lo que decidan, no son malas personas a repudiar. Necesitan expresarse y ser escuchados y respuestas coherentes de personas valientes que se atrevan a escuchar su corazón tal y como ellos hacen de manera innata. ¿Sabe esto la iglesia?. Necesitan ser aceptados tal y como son y desde ahí, caminar juntos hacía la lucha por un mundo mejor, porque les sobra energía y ganas por sentir que ellos pueden hacerlo.

Todo eso y mucho más necesitan vivir, junto a los transmisores del mensaje del amor incondicional, que quizá, deberían salir de sus retiros espirituales un poco, para integrarse en cada unos de estos corazones. Cuando eso ocurra, las iglesias estarán llenas de jóvenes otra vez y yo podré vender mi novela, «Ella estuvo allí», por miles o millares, sin tener que observar como cuando algunos, se encuentra con la cara de Jesús en la portada, desprecia ya toda la magia que hay en su interior. ¿Qué ha pasado?, ¿nos hemos vuelto locos?. Si es así, por favor, empecemos ya, a hacer algo, o no quiero ni imaginarme lo que podría llegar a pasar.

Perdonad si he ofendido a alguien con esta reflexión, ya que no es mi intención. Adoro la Iglesia en la que mis padres me educaron y respeto y admiro a sus integrantes por tan bella labor que hacen sin ánimo de lucro, cosa que hoy en día, que esto ocurra, es pura magia. Gracias por estar ahí, pero simplemente, os necesitamos metidos de lleno en el siglo XXI. Un beso a todos. LOVE