¡Hola amigos! Gracias por estar ahí, un día más. Esta vez quería compartir con vosotros una reflexión antes de entrar en detalles. El mal vive gracias a nuestra desconfianza con respecto al bien. Dicho de otro modo, la oscuridad es simplemente ausencia de luz. Aprovecha nuestros puntos débiles para apagar nuestra llama, siendo más astuto de lo que nosotros nos creemos. Consigue persuadirnos cuando aún no se ven los estragos que causa y cuando el caos ya está formado por su causa, o tienes una fuerza de voluntad de hierro y sales o te hundes en su fango.
Un ejemplo muy claro es la de tantos jóvenes que han caído y siguen cayendo en los falsos placeres de la droga, que muestra su verdadero cara en ése preciso momento en el que ya te tiene atrapado.
Todos los que caen en ella suelen seguir un mismo patrón, en el cual su excusa preferida es una falacia: » YO CONTROLO y cuando quiera, lo dejaré”, gran mentira que terminarán de descubrir quizás cuando ya sea demasiado tarde.
Yo personalmente no he vivido una historia tan triste de cerca, pero he escuchado a alguno de ellos que o bien están intentando salir o intentando no volver. Se me rompe el corazón sólo de pensarlo. ¡Puta droga!
Pero no sólo la coca te mata lentamente, TODO AQUELLO QUE TE CONTROLE lo hace: El querer tener cada vez más dinero, el sexo sin amor ni condición, trabajo constante, vagancia continuada, el tabaco, una vocación convertida en obsesión, un amor no correspondido, la soledad, ahogarte en las penas e incluso morderte las uñas hasta que se te vean los “muñones”.
La causa de todo ello suele tener un denominador común; sensación de derrota. Mi reflexión; ofrecer todo lo contrario: FE, CONFIANZA, PUEDES Y LO HARÁS, disfrutando del camino, para que cada día sea un triunfo. Yo no soy Dios para aseguraros esto, pero lo percibo cuando miro dentro de mí, cuando solo hay silencio.
Escuchad vosotros también y recordad que hay que estar alerta o un día se nos irá la vida por una estúpida mentira que nos impedirá hacer realidad esos sueños que de niños teníamos.
Vuelve a tu niñez siempre que lo necesites para despertar de nuevo a ése pequeñ@ niñ@ que creo es, quien debería controlar tu vida y recuerda que merece la pena intentar llegar allí donde la inocencia te envié, lo consigas o no. Intentarlo, YA ES UN TRIUNFO.
LOVE, Carmen