Estos días he estado escribiendo un relato juvenil en el que diversas mujeres admirables han formado parte de ello. Quería compartir con vosotros una de las características que más me han llamado la atención.

Todas tienen tras de sí historias increíbles que han cambiado incluso el curso de la historia, pero curiosamente ninguna de ellas ha realizado su sueño tal y como se lo plantearon en un principio. En realidad más bien decidieron hacerse una pregunta: ¿Qué quieres de mí? En lugar de, quiero esto, esto y esto….

Reflexionando sobre ello he llegado a la conclusión de que quizás, lo primero implica fe, confianza, creer que ya estás siendo útil y haciendo lo que debes, cumpliendo tu objetivo en la vida al dejarte llevar por los acontecimientos y obrando como mejor consideres.

Lo segundo parece sin embargo, crear continua frustración. Como aquel alumno que se revela contra su profesor para que le dé aquello que desconoce mientras el profesor intenta darle aquello que lo construya.

Supongo que va a ser cierto eso de que el que espera desespera y el que busca, encuentra.

La pregunta por tanto, que cabría hacer ahora sería: ¿en qué lugar quieres estar tú? Y es que quizás, nosotros tenemos en nuestras manos el poder de decidir cuál puede ser nuestro destino con esta simple elección.

Parece sencillo, pero consideró que cada día hay que recordarla porque cada día es una dura prueba en la que el silencio espera tu decisión, hablándole sólo a la parte más inteligente de ti, tú corazón.

Más contenidos hermosos se pueden encontrar en el relato. Intentaré colgarlo en la red. De momento os dejo un poquito de ella para que os sintáis más felices sabiendo que la vida es un precioso regalo lleno de misterios, en los que tu papel, está por descubrir.

LOVE, Carmen