Reclutando soldados del AMOR

104_5847

la inocencia encuentra TODO

Hola amigos, como alguno sabréis, hace poco ha sido mi cumpleaños. He tenido diversos regalos, desde unos pendientes hasta unas entradas para ver un musical. Pero antes de todo ello, fui al cine con unos amigos para ver una película que alguien cercano a mí me recomendó.

Cuando empezó la película ya me di cuenta de que no era del tipo que a mí me gustan. Lo único que me resultó atractivo fue su protagonista, un pedazo actor con cara de…, bueno.

El caso es que aquella película hacía referencia a la segunda guerra mundial y estaba llena de violencia, que el guion pretendía  justificar en situaciones límite incluso utilizando la autoridad que pueden proporcionar algunos fragmentos extraídos del antiguo testamento, fuera de contexto y por medio de un inocente personaje que pretendía ser  el más tierno de los corazones humanos. Incluso reconozco que hasta yo me sentía conducida hacía la idea de que debían ganar los buenos y morir los» H.P.» de los malos. Menos mal que al acabar la película, nos dio tiempo para la reflexión.

Mis amigos y yo nos dimos cuenta de lo fáciles de manipular que somos, pues ya son muchas las experiencias que nos han llevado a comprobar los estragos ocasionados por la guerra y aún dudamos de si en alguna circunstancia es necesaria o no.

Incluso a mí me quedaba esa duda, a pesar de que utilizando mi pregunta clave ya había obtenido la respuesta: ¿Jesús, mataría a esos supuestos enemigos?

Al día siguiente, en misa, el sacerdote continuó respondiéndome, al desarrollar el sermón que ese día le correspondía, explicando para que somos llamados por Cristo que en definitiva lo resumió en «para CURAR» . Como observareis, algo totalmente opuesto a matar.

De ese modo volví a renovar mi fe en este Cristo» loco» que va justo en la dirección contraria a la que van muchos hombres una y otra vez. Quizás sea porque lo más sencillo es, cortar por lo sano ante un gran problema en lugar de “rebanarte el seso” hasta hallar esa fórmula perfecta que Jesús, si aplicaría.

De veras pienso que esto nunca terminará si no somos capaces de erradicar la violencia de nuestras vidas. Él supo entenderlo mejor que nadie y pienso que si nosotros le llevamos en nuestro corazón, podremos hacerlo también. Es una misión dura, difícil, incomprensibles para muchos porque aún no conocen el motor que mueve esta opción que a primera vista puede parecer una locura.

Habrá que mirar más allá, porque ya se sabe, si sólo vemos lo que tenemos inmediatamente ante nuestras narices, nos perderemos lo más importante, todo un universo de posibilidades dispuestas a nuestro favor para alcanzar nuestro propósito.

Amigos, no lo desperdiciemos. Siempre hay una solución, está dentro de nosotros. Atrevámonos a encontrarla, cueste lo que cueste como verdaderos soldados del amor. La recompensa, merece la pena.

Love, Carmen

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *