Hola amigos. Hace unos días observé por Internet como un político belga, daba una lección al presidente de Grecia, al aconsejarle que se quejara menos y propusiese algo alternativo que pudiese sostenerse y bajo mi punto de vista, lo resumió con una frase que me encantó: «sé un verdadero líder y no un falso profeta”.
Quiero tocar este tema porque días después vi un vídeo que alguien pasó también por Facebook, en la que un supuesto profeta de ojos penetrantes, contaba con imágenes impactantes lo terrible que es el mundo y lo dirigido que nos tienen todos. ¿Cómo si no lo supiésemos ya? Pero lo terrible bajo mi punto de vista no era el hecho de que te quisiese poner contra todos; políticos, religiones, sociedad de consumo, empresas…, lo típico que es fácil de juzgar negativamente, lo peligroso es que al final pretendía ser él, la respuesta a tanta “basura”, ya que sibilinamente se ofrecía como esa sabiduría que aún el mundo no ha recibido.
En ese momento uní los dos casos. Es muy fácil quejarse y emitir mensajes subjetivos, pero quién realmente es de fiar, como decía el belga, es aquel que hace propuestas concretas que se puedan llevar a cabo, lo demás sólo son palabras que suenan bien, pero no llevan ningún contenido útil. “Se conoce al árbol por su fruto”, no por su boca.
Somos muy fáciles de manipular, cuando nos dicen lo que queremos oír y además alguien nos hace creer que nuestra lucha va a ser más sencilla con su fórmula mágica. No hay fórmulas mágicas. Lo que hay es trabajo, esfuerzo, dedicación, coherencia en nuestras vidas haciendo aquello que se supone creemos porque la experiencia y el corazón nos muestra y un largo etc, que no nos gusta escuchar, porque requiere manifestarnos de forma más activa y valiente y ese es un camino largo y pedregoso.
Mi consejo es simple, que nadie os coma el coco. Pongámonos a trabajar en lo que ya sabemos que podemos aportar desde nuestra situación, con propuestas claras y menos profetas catastrofistas, porque lo único catastrófico es que nos dejemos manipular por otro que no seas, TÚ.
En nosotros está instaurada la verdad desde que existimos y da buenos frutos cuando miramos al prójimo como a un semejante que también busca su lugar con el único propósito de amar y ser amado, no criticar y ser un falso profeta. Yo creo que errar es parte de un aprendizaje en el que todos, sin excepción, debemos estar implicados desde el compromiso, pues entre todos se llega al entendimiento y nadie es más ni menos que nadie.
No es cuestión de ir contra la política porque halla políticos nefastos, o contra el resto de instituciones. Si algo no funciona, propón fórmulas para que lo hagan, porque lo demás es estéril.
Concluyendo, dame propuestas claras que podamos discutir juntos y mejorar y deja atrás los enigmas. Tú y yo somos los únicos enigmas que podrán entenderse, aunque tenga que romperse el mundo en mil pedazos hasta llegar a ello.
LOVE, Carmen.