VEJEZ

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La campeona de mi madre llena de vida !Guapona!

Hola amigos. No he podido quitarme de la cabeza estos días, una carta que dejó a unas enfermeras un anciano en el hospital en el que le asistieron, antes de morir.

En ella el anciano reclamaba su derecho a ser recordado como lo que era; bebé, niño, joven, adulto y anciano. No quería que se le juzgara teniendo en cuenta su última y más deshonrosa actuación ante la mirada amenazante del dolor y la muerte, con un cuerpo prácticamente corrompido por la enfermedad y vejado por la incapacidad de valerse por sí mismo, dejando en manos de otros incluso sus necesidades primarias.

Supongo, que hasta que no estás en esa situación, no puedes prever como será tu reacción. Sin embargo todos esperan que seas sumiso y agradecido por los cuidados que no tienes más remedio que recibir. ¿Quién entiende que estés dolido, vejado, humillado, superado?

Si esa situación de sufrimiento extremo desapareciera, volvería el niño juguetón, alegre e inocente, el joven soñador, intrépido y valiente, el adulto prudente, responsable y sacrificado. Todos estarían allí, pero en cambio, estaba el viejo resignado, relegado a un futuro incierto que sólo la fe, la esperanza y el amor a Dios, puede consolar. Todo lo demás es insuficiente, porque no puede resolver tu situación. Ellos lo ven, lo saben y LO SIENTEN.

No puede ser nada fácil. Probablemente sea la prueba más dura a la que nos someteremos. Por eso solo se me ocurre no esperar que ellos nos den las gracias, aunque lo harían si no estuviesen superados por tan terrible circunstancia. Sólo me queda la necesidad que tuve en su día con mi madre, de acompañarla en tan duro trance, con mi sonrisa, mi amor, mi paciencia y mis palabras de consuelo adorando a un Dios que es la resurrección y la vida.

La luz destruye toda miseria y ser conscientes de ello, es necesario, por lo que ante la evidencia que nos muestra esta última manifestación de vulnerabilidad, pongamos todo el amor que estas enfermeras tuvieron ante su experiencia, dejándonos el contenido de una carta, que sólo buscaba, COMPRENSIÓN.

http://www.nolocreo.com/muerte-en-residencia/

Y es que, al fin y al cabo, este es nuestro cometido, ENTENDER para poder SER. Vivámoslo así, con esa positividad y absoluto amor y respeto, por quienes todo lo dieron y en quienes nos convertiremos tarde o temprano, en nuestra gran aventura, hacía la VIDA.

LOVE, Carmen.

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