Bienvenidos un año más, a todos aquellos que buscáis en mi blog aquello que os suscite interés. En esta ocasión quería compartir con vosotros la aventura de AFRONTAR el nuevo año desde una perspectiva crítica, constructiva.
Cada día el futuro está por escribir y de la noche a la mañana, todo nuestro mundo puede cambiar dependiendo de las acciones que tomamos y de otros elementos externos que no se pueden controlar. Por eso, cada paso que damos es importante. Y si os soy sincera, nada más celebrar las campanadas, en compañía de un programa televisivo en el que un cocinero español famoso, Chicote y una presentadora (ahora embarazada y renovada espiritualmente), que suele vestirse de forma provocativa: Pedroche, comenzó un nuevo desafío.
Todo parecía perfecto en compañía de mi familia, con risas, abrazos, buenos deseos y buen rollo entre nosotros, pero algo estaba sucediendo ya desde ese comienzo que desde otro canal televisivo faltaba al respeto al gran porcentaje de españoles que somos católicos. No voy a entrar a describirlo, ya que está por todas partes y me aburre el tema, pero no el hecho en sí, que se repite nuevamente y hay que afrontar o dejar pasar.
Desde mi blog, trataré de fomentar la LUCHA y el RESPETO a la defender la DIGNIDAD de todas las personas, que deberían de tener la LIBERTAD de ejercer su DERECHO a procesar la FE que considere oportuna, siempre que no dañe la del resto. Cuando una televisión pública, vulnera este derecho, nos atañe a todos aquellos que buscamos ese respeto. Nada es gratuito. Siempre hay una intención detrás de estos actos que suelen buscar el enfrentamiento y el adoctrinamiento ideológico. Por eso, comienzo fuerte, con un BRIDIS por esa PAZ, LIBERTAD, IGUALDAD y FRATENIDAD que hay que PRACTICAR para llegar a ello.
Los medios audiovisuales tienen un gran poder de enajenación o concienciación a este respecto. De tal modo que la PALABRA o denuncia ante tales hechos, es el recurso más potente para aquellos que creemos en el bondadoso potencial del ser humano.
Otro ejemplo de esta manipulación, que espero sea resultado de la ignorancia, es el estreno de una película que me han dicho, tiene una trama tan enrevesada que me da grima explicar. Se trata de la historia de una joven que tratan de victimizar por sus prácticas católicas que la obligan a auto inculparse de un delito grave con la esperanza de ser acusada y condenada a muerte (pues no soporta estar subyugada al patriarcado), pero perdonada por ello en la confesión, para no cometer suicidio o algo así.
No sé si será tan estridente pero por si acaso aclaro que ese sacramento instituido por Jesús: (S.Juan 20, 22-23), de la RECONCILIACIÓN confiado a las autoridades de su Iglesia, conlleva el arrepentimiento sincero y reparación o penitencia con propósito de no volver a pecar. Sin todo ello, no es válida la absolución. Por tanto, que una persona llegue a otras conclusiones, posiblemente es, o por falta de información o simplemente por un problema de trastorno mental o pérdida de la RAZÓN. Pero fe y razón son necesarias en el caso de la fe católica. Y siempre ha sido así. Aunque es evidente que una persona que actúa con enajenación mental no es culpable de sus actos, sino una enferma, LOGICAMENTE.
Y con respecto al «violento comportamiento del patriarcado» hacía las mujeres insumisas, habría que entender que hasta San Pablo advertía que quien maltrataba a su mujer, tenía todas las papeletas para agonizar en el infierno. Y gracias a Dios, nunca mejor dicho, la Iglesia está constantemente buscando mejorar con la ayuda del Espíritu Santo, que la asiste. De ahí que sea más fácil culparla de un pasado contado por sus detractores, en lugar de un presente que se puede comprobar fácilmente.
Así es que cuidado con la manipulación que puedan hacer al respecto en este nuevo año, donde no faltarán los desafíos, pero tampoco las respuestas desde la EDUCACIÓN y el buen hacer.
Feliz AÑO NUEVO A TODOS. Os deseo fortaleza, serenidad, gratitud, AMOR a montones, SALUD y DINERO suficiente para afrontar el pan de cada día y algunos que otros caprichos en las rebajas, que tampoco vienen mal.
Se os QUIERE,
CARMEN.