Hola amigos. Como sabéis, me gusta tratar en mi blog, también temas de la actualidad y creo que ya va siendo hora de que trate del tema del exministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
Como sabréis, ha dimitido de su cargo y la causa también es clara, la propuesta de una nueva ley sobre el aborto, la cual ha sido «abortada” por su “jefe”, el presidente del gobierno Mariano Rajoy.
Según fuentes del Ejecutivo y del PP citadas por el diario El Mundo, la reforma no ha logrado el «consenso» necesario. «Y si no se logra un acuerdo, cosa que parece muy difícil, la ley no se aprueba y en paz», añadieron.
Este asunto, parece que afectaba negativamente a los intereses del partido. «El PP ha valorado pros y contras y consideró que el coste político de enfrentarse a los grupos pro vida era menor que el de perder su electorado de centro», indicó la SER.
Además, muchos han sido los que se han llevado las manos a la cabeza, asegurando que era un paso atrás en las “libertades de las mujeres” (yo no debo pertenecer a ese círculo a pesar de haber parido dos hijos) y hasta han acusado al ministro de ser infiel a su esposa y de pertenecer al “Opus Dei”. No entiendo cómo se pueden compaginar dos escenarios tan antagónicos.
A propósito, no pertenezco a esa controvertida organización, pero reconozco que poseo una historia muy bonita que me ocurrió con un miembro de esta organización. Me ayudó a superar muchos miedos e inseguridades cuando era niña y jamás lo olvidaré. Pero esa es otra historia que ya os contaré. Espero titularlo, “Doña Maribel”, porque ella es la protagonista de ese regalo tan hermoso que me dejó.
Volviendo a Gallardón. Sólo quería deciros, que después de lo ocurrido, pretendo dejar constancia de mi ADMIRACIÓN por la decisión de, “espero”, el futuro alcalde de Madrid (ya sabéis, las listas a la candidatura aún están abiertas). A mi juicio, ha sido honesto con sus ideales y no con las encuestas o el coste profesional de sus actos. Las marionetas son las que imperan y así nos va.
Dicho todo esto, quiero aclarar, que mi posición sobre la lucha por la vida, no opta por intentar que el hombre acate prohibiciones, amparadas en las leyes que éste marque, sino más bien por una lucha por la concienciación, o educación, que recupere sensibilidades perdidas en la sociedad, que va tan acelerada en busca del consumo depredador y excesivo, marcado por los que “controlan el poder”.
Creo que es más útil luchar por encontrar nuestro lugar en la sociedad intentando ayudar y sensibilizar a las mujeres que lo necesitan, SIN JUZGARLAS, en lugar de intentar cambiar algo que nos guste o no, existe. Por eso os dejo con una frase de Eduardo Verástegui (recomiendo que escuchéis su historia), que dice así; “Si toda Mujer tuviera el vientre de cristal ninguna abortaría por que vería el milagro que lleva dentro. Seamos la voz de aquellos que no tienen voz y defendamos a aquellos que no se pueden defender, me refiero a los bebes que se encuentran en el vientre de sus madres. Dios los bendiga”. Yo añadiría, y atendamos a las mujeres que corren el riesgo de dejarse vencer por el miedo, olvidando que lo más importante de sus vidas, les necesitan, MÁS QUE NUNCA.
LOVE, Carmen.