EL AMOR ENCUENTRA EL MODO

CARMEN niñaHola amigos. Hoy os quiero presentar un relato corto sobre una historia que me inspiró varios factores. Se titula; “El amor encuentra el modo”.

Os hablaré de dichos factores para que entendáis mejor su singularidad. Empezaré por lo que me inspiró en un inicio. Desde mi Facebook un día, pude ver un vídeo de una pequeña niña con ropas andrajosas y la cara sucia, junto a una especie de escombrera, bailando sin parar porque parecía muy feliz al tener entre sus pequeñas manitas una diminuta guitarra de dudoso funcionamiento. Pero su manera de disfrutar, bailando y riendo sin parar, me encandiló y a la vez me hizo pensar en su destino.

A veces tengo la imperiosa necesidad de ayudar a aquellos que tocan mi corazón y hago planes desde mis pensamientos ocultos (a todos excepto a Dios). En aquel momento sólo me dije, “algo se me tiene que ocurrir, pero ojalá pudiese cambiar su vida para que siguiese siendo tan feliz como en ese instante”.

En otra ocasión, estando en misa, el párroco habló del tipo de vida que llevan ciertos niños en el tercer mundo para sensibilizarnos y hacernos partícipes de su lucha por salir de la miseria y volví a recordar a mi “niñita”. Otro día, en el mismo sitio, se habló de para lo que Dios nos ha creado y esto unido a una vieja foto mía de cuando era pequeña y mi existencia parecía algo complicada por distintos motivos personales que no hay porque contar, llegó mi inspiración.

Imaginé lo que quería hacer con mi pequeña. Todo lo que tendría que ocurrir para darle ese futuro, ateniéndome a la forma en la que Dios nos suelo tocar y con un pequeño toque de magia por mi parte.

Además la historia la he descrito sin demasiadas “florituras”, con las descripciones justas para aquellos que no soléis leer mucho pero que quizás, pudiera alimentar vuestras mentes y corazones por estos hechos que la componen y otros que aún no he desvelado, para que seáis vosotros quién lo hagáis, para un mayor disfrute e interés.

Creo que puede conmover a aquellos que sentís inquietudes similares y aún tenéis ese corazón de niño vivo. Aunque nunca se sabe…, vosotros decidís. Yo os lo dejo en “Bubok.es”, como el resto de libros, y más concretamente en: «http://www.bubok.es/libros/239033/EL-AMOR-ENCUENTRA-EL-MODO» , con un precio casi simbólico para que todos podáis acceder a él y si alguno, aun así, no puede costeárselo pero le interesa, puede pedírmelo desde, éste mi blog y se lo mandaré yo personalmente sin coste alguno. Ya sabéis, por aquello de; “si tienes DA si necesitas, PIDE”.

En fin amigos, que si os apetece ahí lo tenéis de una forma u otra y si no, continuamos con otros temas desde el blog, siempre y cuando así lo deseéis.

Os dejo aquí una pequeña muestra de esta pequeña historia, el comienzo. Así podréis valorar mejor.

Feliz fin de semana. Sed felices.

EL AMOR ENCUENTRA EL MODO

Esta es la historia de una niña, Marcela, que vivía en un lugar recóndito del tercer mundo. Con tan sólo cinco años, su vida se desarrollaba entre la lucha diaria por la supervivencia y la esperanza que le ofrecían algunas personas que traían de fuera, la posibilidad de prosperar gracias a su generosidad.

Maestros, médicos, misioneros, organizaciones altruistas y donaciones de gente humanitaria procedente del primer mundo, procuraban trasladar diversos recursos, educativos, sanitarios y organizativos, para poder formar a una población que parecía olvidada.

La situación de la pequeña Marcela y su familia, era tan precaria, que como muchos en su pequeña comarca, acostumbraba a andar varios kilómetros para buscar entre la basura de una escombrera bien surtida, algún objeto que se pudiera vender para que su familia pudiese comer algo cada día.

A poco más de media hora andando, a las afueras de una pequeña ciudad cercana a su comarca, con un estatus económico más alto, se encontraba un basurero lleno de objetos aún útiles, desechados muchas veces por el hecho de tener un pequeño fallo o haber pasado de moda, además de todo tipo de alimentos caducados y desechos.

También cuando podía y la dejaban sus muchos quehaceres, acudía de manera discontinua, a un colegio improvisado. Aquel parecía ser el único lugar donde se sentía esperanzada.

Allí, entre troncos sobre los que se sentaban los jóvenes alumnos y puertas destartaladas con las que habían construido los pupitres sobre los que apoyar el limitado material escolar que poseían, un día un misionero les regaló a todos una pequeña flauta que ella recibió como un tesoro.

En cuanto la tuvo entre sus pequeñas manos llenas de mugre, sintió la inmensa necesidad de utilizarla como buenamente entendiera. Pero cada vez que intentaba tocar con ella, poniendo una inmensa ilusión, alguien la increpaba por ello y algunos incluso se burlaban de ella ante su poca destreza.

Un día que estaba en ese vertedero al que le mandaban sus padres para buscar algo que vender o poder utilizar, entre el silencio tan sólo entorpecido por el graznar de algún ave que por allí merodeaba, recordó aquellos desaires con tristeza.

Había algo en su interior que con gran intensidad, la intentaba persuadir para que hiciese caso omiso de todo ello, pero su dolor parecía más fuerte. Sólo su poder de asombro seguía intacto y la magia que hallaba ante sus ojos, incluso en aquel rincón, prometía salvarla.

Miró su diminuta flauta, mientras una pequeña lágrima comenzaba a brotar de entre sus inocentes ojos oscuros, deslizándose sobre sus suaves y sucios mofletillos, hasta caer al suelo. Su corazón estaba roto de dolor. Sintió que nunca podría ser nada hermoso, aunque acostumbraba a sentir la belleza de aquello que la rodeaba.

Alzó el brazo con rabia y justo antes de tirar con fuerza su flauta, una voz la paró…

LOVE, Carmen

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