Hola amigos. Antes de comentar este titular, quiero primero daros las gracias por entrar en mi blog para conocer mis impresiones sobre está histórica noticia, directamente relacionada con la abdicación de un rey que yo personalmente, recordaré sobre todo por su gran papel en el dificil y arduo camino de nuestro país hacía las libertades y la democracia y por su carisma único y entrañable, que me entristece, tener que dejar atrás. Dios bendiga a Juan Carlos I.
Ahora si me gustaría centrarme en este generoso acto que seguramente tendrá diversas repercusiones a lo largo del transcurso del mandato de Felipe VI, las cuales se irán dirimiendo dentro de un proceso en el que dependerá, entre otros muchos factores, del caracter y talante del aún, príncipe de Asturias.
Con respecto a él, considero que ha sido educado para poder hacer frente, quizás mejor que nadie, a los asuntos correspondiente a su cargo. Todos lo sabemos, ya que su formación y experiencia siempre han sido conocidos a través de varios medios de comunicación, al igual que su saber estar y dedicación.
Sin embargo, aún tiene que demostrar estar a la altura de las actuales circunstancias, todo un duro reto que configurará su continuidad como monarca o por el contrario, su reconversión, porque aunque pienso que la mayoria de los españoles compartimos un sentimiento favorable hacía su persona, también necesitamos un cambio, que debe estar acompañado por unos actos concretos, que lo conformen.
Cada época tiene sus propias necesidades y es, en esos momentos, donde se demuestra si se está a la altura de las circunstancias o no. Yo espero y deseo que el futuro rey, lo esté y nos de la estabilidad y seguridad que en estos momentos PEDIMOS.
Son momentos difíciles y cualquier paso en falso, puede causar graves perjuicios. Ahora Felipa VI, tendrá que fomentar esa CONCORDIA, empleando todo su saber, en toda su extensión, sin dejarse llevar por lo que los que más gritan, quieren lograr, si no tan solo centrarse en el BIEN DE TODOS.
Una cosa me tranquiliza y es saber, que parece que él entiende que ESPAÑA, no es otra cosa que millones de personas de diferentes regiones, pero con un mismo corazón deseoso de ofrecer lo mejor de sí y ser aceptados tal y como son. Gente solidaria, trabajadora y humilde, que tan sólo quiere vivir en paz, desarrollándose como cada cual siente debe hacerlo, respetando los derechos y libertades de los demás, que no son otros que, NUESTROS IGUALES. Todo lo demás, bajo mi punto de vista, SOBRA.
Con la cabeza bien amueblada y VALOR, el futuro rey podrá conseguir dichas pretensiones, como monarca o como lo que el tiempo diga, se requiera. Yo le animo a que esté abierto a lo que sea necesario, siempre y cuando, la solidaridad y concordia, sean su bandera, por encima de todo.
Ahora, es tiempo de dejar, que las cosas evolucionen como deben hacerlo. Amigos, ¡Viva ESPAÑA!, porque vosotros la conformais y os QUIERO, COMO AL RESTO DE MIS HERMANOS.
LOVE, Carmen.