Héroes anónimos

CAM00362¡Hola amigos! ¿Qué tal las navidades? Espero que haya dejado cosas buenas, no solo kilos de más. La verdad es que hay muchas personas que trabajan más en estas fechas que en otras y no pueden disfrutar  como deberían. Otra lucha que habría que emprender para ayudar a que esto no ocurra. El mundo está lleno de luchas por emprender, como el de las personas que os quiero presentar hoy. Lideran batallas de verdaderos héroes que en gran medida permanecen en el anonimato para la mayoría de nosotros.

Empezaré por algunos nombres y proezas; Jack Andrada, joven  inventor de un sensor, asequible para cualquiera, capaz de detectar el cáncer, en cinco minutos. Tiempo suficiente para atajar esta terrible enfermedad.  Willian Kamkwamba, otro  joven de Malawi, que no se resignó con vivir en la miseria y a pesar de no poder seguir estudiando a los 14 años, no se rindió y dio con una brillante idea, construida con chatarra: molinos de vientos, generadores de electricidad que iluminaron a su comunidad. También luchó con tenacidad un niño llamado Kelvin Doe, de Sierra Leona, construyendo una emisora de radio con objetos de la basura. Massoud Hassani, afgano de 30 años, ha creado una económica máquina que desactiva minas antipersona.

Cocinas de cartón, sillas especiales diseñadas por los jesuitas,  para las víctimas de las minas antipersonas, neveras de bajo costo y fáciles de fabricar para el desierto, la incubadora Embrace, diseñada por universitarios de Standford, que no necesita electricidad y es barata, rodillos de contenedores de agua para transportar grandes cantidades a largas distancias, cocinas de cartón, sin coste energético, baratas y fáciles de usar… Todos estos inventos tienen un denominador común, ayudar a la gente más necesitada, sin ánimo de lucro. ¿Quién dijo que Dios no existía? Yo le veo en todos ellos. Gente que está por encima de las grandes multinacionales y de sus seductores cheques, intentando comprar nuestra dignidad.

Pero no quiero concluir este artículo que puedo realizar gracias a un profesor maravilloso, Paco Rey,  que desde Madrid vino a Burgos como un regalo de Dios, sin hablar de una niña maravillosa, Malala, autora del libro  “Yo soy Malala”.  Con un sencillo blog, narraba su experiencia diaria bajo la autoridad Talibán, defendiendo el derecho a la educación. A pesar de hacerlo bajo el seudónimo de Cul Makai, fue descubierta y herida. Pudieron salvarla, pero no ocurrió igual con Iqbal Masih.  Un niño pakistaní, esclavo, que luchó contra la esclavitud infantil, logrando cerrar empresas donde explotaban a menores. Sin duda todo un héroe, ahora en manos de su creador.

En fin, amigos, que podemos mirar hacia otro lado y seguir con nuestras rutinarias vidas, más o menos confortables, o acercarnos a la grandeza de estas bellas personas que entendieron lo que significaba amar al prójimo como a uno mismo.  Por eso quiero concluir con una frase del gran genio, Albert Einstain, que decía, “El hombre no sabe para qué fin se halla en la tierra, sin embargo, a veces cree entenderlo, y entonces ve con claridad que es para el prójimo.” Y según el mayor entre los mayores, el prójimo es “el buen samaritano”.

Buen trabajo, amigo Paco, y no importa la cantidad de personas que se sientan atraídas por tanta belleza, sino aquellos que son elegidos para fomentarla, con esa luz especial que hay en muchos corazones anónimos, como el tuyo.

LOVE, Carmen.