Hola amigos. Muchas son las cosas que quiero compartir con todos vosotros, pero he escogido la última que me ha llamado la atención, sobre la responsabilidad y fortuna milagrosa que representa la bendición de tener que sacar adelante la educación de los hijos.
He descubierto, gracias a una amiga, Alicia, (gracias guapa), a un periodista que aconseja sobre cómo educar a los hijos ya que él tiene la mejor de las carreras para saber algo al respecto, su propia experiencia criando a sus dos hijos aún pequeños y otros dos adolescentes que como él mismo explica, parecen haber perdido y ganado algo en el camino que hace que ahora se comporten de modo diferente.
Su nombre es Carlos Capdevila y sobre todo me gusta porque le pone mucho humor al tema y parece tener el mejor de los sentidos; el común, que últimamente, parece el menor de los sentidos.
En sus conferencias viene a decir que educarles es muy difícil, pero hay que procurar divertirse haciéndolo. Explica que aunque esto es muy complejo porque la sociedad es cada vez más complicada, es posible y vamos a hacerlo. Cree que lo que tenemos entre manos es lo más importante del mundo, transcendente, que nos jugamos el futuro de la humanidad, pero hay que cumplir esta misión, sin demasiados complejos o MIEDOS que nos colapsen.
También subraya la idea de que levantarse cada mañana pensando que esto es lo más importante, pero que no debe asustarte, es necesario, además de sustituir la idea de temor por otra en la que la sensación de DIVERSIÓN esté presente en nuestra mente, para cambiar la actitud, hacía una oportunidad que puedes lograr si confías que así será. Yo añadiría, que si de corazón lo deseas y estás dispuesto a que esa sea tu prioridad, toda la fuerza del mundo, te acompañara para que lo logres.
Más consejos de Carles, vienen a decir que lo ideal es, ni sobre proteger, ni abandonar. Ese es el reto. Poner la distancia justa entre nosotros y nuestros hijos para que puedan crecer, pero controlarlos en lo necesario. Esto me hace recordar la misión que tiene el padre que todos tenemos en común, para con nosotros. Como veis, la historia se repite en nuestras propias experiencias. No veo mejor modo de aprender algo, que con esta lección de VIDA.
Hay que hablar en positivo de este asunto. Nos podemos equivocar y no pasa nada. Lo más importante es ir rectificando e ir aprendiendo, al igual que ocurre con nuestras propias experiencias personales, pero con hijos todo adquiere una nueva dimensión en la que ellos nos pueden salvar, aprovechando que ahora merece más la pena ser la mejor versión de nuestras personas, ya que ellos podrán imitarla. Las palabras se las lleva el viento, pero el ejemplo, QUEDA y cala en lo más hondo del corazón cuando tenga que ser y madure.
En fin amigos, que quería dejaros estos consejos por si os sirven de algo y uno más si me lo permitís. Tener hijos es un privilegio, pero también una enorme responsabilidad. Nunca se está preparado para ello, pero es lo más grande que te puede suceder. Para mí si hay algo por lo que merece la pena vivir, es por ellos. Si los tenéis, cuidad vuestro tesoro y sino los tenéis, cuidad a vuestros hermanos, están a vuestro alrededor para lo mismo y JUNTOS podremos con TODO.
LOVE, Carmen.