Independencia, un mal negocio para el espíritu

«Un pueblo unido, siempre será bendecido»

Hola amigos. Estoy muy disgustada últimamente al oír a Artur Mas, difundir el independentista sobre España. Pretende ganar las elecciones jugando con fuego, sin importarle las consecuencias que ello conlleva.

Las menos importantes son las económicas, pero si nos paramos a hacer un pequeño análisis sobre ellas, no hace falta tener muchos conocimientos para darse cuenta de que cuantos menos numero de personas ingresando beneficios, de menos dinero se dispone para hacer fuertes inversiones que mejoren cualquiera de los territorios del Estado. Sólo hace falta echar un vistazo a los empresarios catalanes, para entender esto y mucho más. Pero realmente esto no es lo que más me preocupa.

Lo peor de todo es observar como la gente defiende lo que considera que es suyo, excluyendo a otros. Esto no es lo que nos enseñó Cristo. Para el todos somos iguales y por eso nos dejó este estupendo planeta en el que sí verdaderamente practicáramos la unidad que transmite el amor de Dios, ningún niño estaría descalzo o pasando hambre, ninguna persona estaría siendo humillada, nadie se sentiría solo… No puedo imaginar a Jesús con una bandera independentista, sino luchando por la unidad de una familia que algún día formará parte de su propio reino. Ahora es cuando hay que demostrar sí se está en las duras y en la maduras. Ahora es el momento de demostrar de que pasta estamos hechos.

Esta es una brecha más hacía el caos. Sólo espero que ese pueblo catalán que no es ni mejor ni peor que el resto de España, demuestre que a los catalanes no se les puede manipular para que unos cuantos suban al poder. Espero que esos hijos de Dios no se queden indiferentes ante esto y las urnas nos demuestren que podemos estar orgullosos de ellos.

Recordad a Einstein cuando decía; «la vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa»

Love, Carmen