Hola amigos. Estos días he tenido bastante jaleo con un tema delicado concerniente a una reforma en el sistema educativo de España  “LOMCE”. Concretamente con unas pruebas de muy dudosa utilidad creadas aparentemente  para medir las nociones adquiridas por los alumnos de 3° de primaria.

Muchos padres confiamos más en la evaluación continua que ya realizan sus propios profesores durante todo el transcurso del curso y no en añadir más presión innecesaria a los muchachos (ya saturados de ellos), por unas pruebas externas que no se ajustan siquiera a los contenidos que realmente se está dando en unos colegios cuyo temario aún no ha tenido tiempo de adaptarse a las exigencias de la ley.

Las altas instancias nos cuentan la historia de que la nota de dicho examen no es vinculante pero sin embargo si consta en el expediente de cada alumno y puede ser tenida en cuenta por el centro para lo que ellos dispongan. Como si ya no tuviesen suficiente información.

Además pienso que si juzgamos no enseñamos y si enseñamos no juzgamos. Lo uno es contrario a lo otro y por tanto el resultado también es totalmente opuesto.

Al final se relaciona estrés y obligatoriedad con contenidos expuestos en el colegio y la respuesta es, sobrevivir ante algo negativo que oprime en vez de enriquecer. No respetamos las necesidades individuales ni las habilidades concretas del niño que de manera innata desea descubrir el mundo y sus posibilidades, pero de este modo los dañamos, desmotivándoles con pruebas que los señalan como torpes o aptos y ellos lo saben. Esto produce rechazo y baja autoestima.

Repetimos los mismos errores que hicieron con nosotros. Ciegos guiando ciegos por olvidar lo que un día significó para nosotros esa presión que un día mató nuestra fe en nuestras posibilidades; Infinitas.

Los niños no tienen que adaptarse a la enseñanza sino la enseñanza a los niños. Pero las palabras son insuficientes sino actuamos, por eso os animo a todos para que desde vuestras posibilidades hagáis lo posible por mejorar su situación.

Nos necesitan y no les podemos fallar.

LOVE, Carmen.