Hola amigos de mi blog. Aquí estamos un día más, resistiendo a tantos acontecimientos inesperados, debido a esta pandemia de la que se desconoce más de lo que se conoce.
Por eso intento aferrarme a recetas que siempre funcionan para mejorar cualquier situación, y que siempre han estado ahí. Porque ante tanta incertidumbre, CERTIDUMBRE. Así es que abramos el paraguas para recibir esa receta que denomino: la ley de la atracción.
Pero no me refiero a una que mágicamente te da lo que pides invocando a algo tan subjetivo como, el universo. Ya he superado esa etapa. La vida te va enseñando las AUTÉNTICAS leyes. Porque, aunque a todos nos gustaría tener una varita mágica que nos concediese cualquier deseo, las cosas no funcionan así. La buena notica es que, funcionan MEJOR.
Digo esto, porque no hay nada más gratificante que SER CREADOR de tu propia historia. Qué otros te den algo que tu no has creado o participado en ello, no gratifica el espíritu. Y al final, eso es lo que queda. Todo lo demás se va como la espuma. De ahí que la auténtica fórmula de la felicidad no esté muy en boga, a pesar de sus efectos saludables.
Y es que, por lo general, queremos que las cosas sucedan, ¡ya! Y por eso, el mercado se abarrota de pócimas mágicas que en realidad están vacías. Lo bueno, se trabaja día a día, pero perdura eternamente.
Por eso hay que tener mucho cuidado con todo aquello que pueda sonar bien: a sabiduría porque hace referencia a la Biblia, a Cristo… ya que, como todo, para entender un texto, hay que leer el contexto.
En ese sentido quiero contaros a lo que yo me suelo agarrar y no me falla. Primero, a entender que, por encima de mí, hay alguien que busca mi bien. Sentirme que estoy en un medio que me ENSEÑA a ser más SABIA, SENSATA y me pone PRUEBAS que trabajan mi capacidad y pone de relieve, tanto lo bueno como lo malo, para que, con esa información, MADURE.
Todo va bien. Está más controlado de lo que puede parecer. Sólo hay que mirar de ese modo y dejarse llevar por esa sensación, para sacar a flote, la verdadera magia de la vida. Tiene tanto que ofrecer, como la capacidad que tengamos de reconocer su BELLEZA e INTENCIÓN.
Por tanto, después de saber que, ¡Todo está bien! Y todo va a ir bien, como debe, pasamos al paso de OFRECER, ACTUAR del modo en el que queremos que lo que está a nuestro alrededor, ACTÚE también hacia nosotros. De ese modo somos seres ACTIVOS, CREADORES de aquello que genera bien estar. No porque seamos Dios, pero sí porque CAMINAMOS junto a Él. Lo conocemos, lo sentimos, confiamos y actuamos con el RESPETO y CONSIDERACIÓN, que queremos que IMPERE en ese MUNDO IDEAL, que todos somos capaces de imaginar y SENTIR.
Dejemos de imaginarlo y pongámonos manos a la OBRA. La AUTÉNTICA ley de la ATRACCIÓN hará PREVALECER lo que MERECE LA PENA. A veces más rápidamente y otras más lentamente, pero ¡LO HARÁ!
Porque nadie puede resistirse a una SONRISA que SURGE de lo más profundo del CORAZÓN.
LOVE, Carmen.