Llega la magia de la navidad

BELÉN¿Qué tal amigos? Supongo que como casi todos, esperando la navidad. Con compromisos agradables que cumplir y otros quizás no tanto, pero dejando atrás las preocupaciones del frio invernal, para fijar nuestra mirada en las luces, los regalos, encuentros familiares y el recuerdo del niño Dios, al menos en los villancicos que canturrean los más pequeños.

Algunos lo vivimos más intensamente por distintas razones, ya que son fechas muy señaladas y cualquier cosa que ocurra en ellas, prevalece con mayor fuerza en nuestro interior.

Yo podría contaros historias tristes y felices, pero por supuesto, me quedo con las felices y las más amargas, las convierto en esperanza, para que así, algún día se instaure definitivamente la alegría, como aquella vez que aconteció en mi vida, un hecho tan extraordinario como  imprevisto.

Parece que a veces, soñamos con ser felices al conseguir ciertas metas concretadas en nuestra mente, pero ya se sabe, nosotros proponemos y Dios dispone.

El caso es que, aquel día de navidad, que nunca podré olvidar porque ocurrió un gran milagro que me alegró la vida inmensamente, siempre está ahí presente. Y puedo decir, que no sólo me dio felicidad, también me enseñó a entender que antes de que siquiera yo sepa lo que necesito para sentirme viva, Él lo sabe antes y mejor que yo.

Por eso, sólo puedo dar las gracias y recordar un momento tan íntimo que no puedo desgranar ante todos, pero si dar testimonio de ello, para que sepáis que esos milagros ocurren, cuando menos te lo esperas y con más belleza aún, de lo que se puede siquiera imaginar.

Os deseo a todos, que esa felicidad que aún no conocéis, os llegue estas navidades o cuando deba ser. Qué los reyes magos os traigan lo que siempre perdura y que miréis con la seguridad de que en cada rincón de vuestras vidas, hay un bello mensaje que te acerca a esa FELICIDAD.

FELIZ NAVIDAD, Carmen.