Mala terapia son las MULTAS

Hola amigos.  Esta semana quería compartir con vosotros otra de mis experiencias en esta escuela de la vida que todos compartimos, unas veces de mejor manera y otras de peor.

Muchos de vosotros habréis experimentado lo que se siente cuando cometes una infracción de tráfico, sin darte cuenta y te cae una multa, a mi juicio, totalmente desproporcionada.  El otro día me pasó a mí. Aparqué en un lugar de carga y descarga, sin darme cuenta, después de dar un montón de vueltas intentando encontrar un sitio en una zona llena de servicios públicos y poquísimos aparcamientos.

Reconozco que lo hice mal y  entiendo que con la finalidad de que la próxima vez ponga más atención en lo que hago, tenga que haber una consecuencia aleccionadora, pero francamente siento que no es la forma más correcta, multarme con 200 euros, después de ser una de tantas españolas a las que niegan el derecho al trabajo a cambio de una remuneración digna. Sin mencionar que el salario mínimo interprofesional es de unos 600 euros y la hipoteca media rondará la misma cantidad, por tanto, ¿qué nos queda para sobrevivir?

Siento como en momentos de incertidumbre y escasez,  en los estamentos gubernamentales prima el “sálvese quien pueda” por encima de la solidaridad hacía los que deberían proteger; aquellos para los que trabajan, NOSOTROS, LOS CIUDADANOS.

En definitiva, que les siento como unos aprovechados por la situación privilegiada que ostentan, en donde pueden estrujar a los resignados ciudadanos, más preocupados por sobrevivir día a día que por reivindicar otros derechos.

Sin embargo, a través de este medio, me propongo hacer alguna de esas reivindicaciones, para que mis palabras busquen la justicia que nos merecemos.

Por ello, reivindico el derecho a tener soberanía REAL sobre los representantes que en su día prometieron una cosa al pueblo y luego sin consultar, hacen otra cosa.

Deberíamos tener poder para ser consultados sobre este tipo de actos, claramente abusivos y no tener que aceptar lo que hay, te guste o no te guste o dicho de otra forma, ¿Quién decidió crear este tipo de penalizaciones y otras por el estilo, sin consultar a aquellos para los que va dirigido? Que yo sepa, las cosas se aceptan bien, cuando se crea entre todos y  no cuando eres un excluido que, o aceptas o peor aún, te embargan lo poco que tienes.

En fin, que se puede hacer mejor y tengo la esperanza que algún día así sea, por eso desde aquí espero poder aportar mi granito de arena. Siempre hay injusticias mayores, pero todas, son INNECESARIAS.

LOVE, Carmen.