Frente a la obra de Dios: rocas, mar, arena, brisa y un cálido sol que alimenta a todas las criaturas de la tierra, hay vida.
Frente a la inmensidad de la creación, hay oportunidades que a veces se llenan de sonrisas y otras de lágrimas, mostrando la lección que encierra el misterio de un tesoro por entender y valorar.
Nuestro tesoro.
Levanto mi mano sobre el estrepitar de las aguas y las digo que paren, pero no me reconocen y prosiguen en su desatado galopar, aunque saben tan bien como yo, que un día me responderán porque sigo al que enseña las destrezas de todo poder, habiendo antes, todo amado y respetado.
Tengo el potencial, soy un hijo de Dios, que sabrá esperar a que en mi alma se acumulen tantas sonrisas y lágrimas como deba acumular ante tan gran propósito deseado por el Padre más incomparable que se pueda desear.
Gracias Trinidad. Unos días para adelante y otro para atrás, en ti, me he de encontrar, con la herencia que sólo Tú, nos has de dar.
LOVE,Carmen