¡Hola amigos! Creo que irremediablemente me toca hablar de mi visión sobre el caso actual catalán dentro del marco de la independencia, más que nada por acallar mi conciencia porque es un tema que ya me cansa como supongo le sucede a la mayoría de los españoles. Pero no nos confundamos, hasta ese desgaste es una estrategia.
Curiosamente escribí una trilogía de “Ella estuvo allí”, que cada vez más parecen en lugar de unas novelas fantásticas, una profecía. En ella también se contempla esta opción como posible tema de conflicto con posible final terrible, cuyo lema del opresor para salirse con la suya es; “divide y vencerás”. Sin embargo la política de turno en mi libro, si coge las riendas del asunto en lugar de dejar que sean otros los que lo hagan.
Este es uno de los problemas principales que observo; el presidente del gobierno no propone una consulta seria donde quede bien claro lo que supondría esta separación para el conjunto del país. Permite que las mentiras de otros hagan dudar al ciudadano de si ciertamente podría ser una buena opción, sino a corto plazo, sí a largo plazo. Esta falta de información, unida a las mentiras de los que buscan su lucro personal, consigue que pueda producirse un panorama bastante desalentador, por supuesto, bajo mi particular punto de vista, tan respetuoso como el de cualquiera que lo exponga con respeto y por un fin didáctico, como es mi caso.
Pero además me da la impresión de que el tema pendiente de la Unión Europea es por el que seguramente estos políticos corruptos, (por lo que ya se sabe de ellos), quieran decantarse; el paraíso fiscal. Sospecho que al igual que Andorra, los independentistas catalanes quieran aprovechar esta vía delictiva pero legal en Europa que tantas riquezas económicas genera a otros países que también son estados pequeños, pero que amparan a aquellos que no quieren pagar impuestos en sus países.
Es la única alternativa mínimamente razonable en términos económicos que se me ocurre podría funcionar si no se termina antes con este injusto hecho desde donde corresponde, Europa. El daño colateral que ocasionaría en Europa podría ser tan terrible como irrefrenable, porque si a unos les funciona, ¿porque no a otros? Y, o nos convertimos todos en ladrones, o como nos suele suceder, nos damos de “osti..” para solucionar situaciones límites que podrían haberse solventado antes, de un modo más pacífico.
En fin amigos, odio ser alarmista pero ante todo, sinceridad. Siempre ha habido “listillos” en el mundo y tenemos que ser muy cautos en no perder los papeles ante esta difícil situación causada por un problema aún sin resolver, e intentar pensar con claridad. Hay que ser más perspicaces que ellos y ACUDIR a la VERDAD, con DATOS objetivos, porque si no, nos podemos encontrar ante un problema aun peor. Desde aquí aporto mi pequeña gota en el inmenso océano y espero que llegue a quien tenga que llegar.
España funciona en solidaridad y juego limpio, quien quiera cambiar de clave, que por lo menos oiga la verdad, porque de ella siempre se saca lo mejor.
LOVE, Carmen.