Hola amigos. Últimamente varios amigos míos han tenido que afrontar la muerte de sus parientes más queridos. Y me gustaría poder encontrar las palabras adecuadas para consolarles. Algo difícil de conseguir cuando el dolor es tan grande.
Sin embargo, creo que la mejor herramienta es la sinceridad. Por eso sólo puede tratar de infundirles esa PAZ INTERIOR que te otorga el saber que estamos en manos de Dios. De un Ser que nos AMA mucho más de los que podamos amarnos a nosotros mismo o amar a nadie.
Creo que la historia de amor contada en el “HIJO PRÓDIGO”, es la de cada uno de nosotros. Pienso que nuestro Padre nos ha mandado a este mundo, para que sepamos lo que es vivir lejos de Él y así podamos decidir si queremos estar en su casa, NUESTRA CASA o fuera de ella. Y el único modo, es salir ahí fuera, aquí mismo, en este planeta, en este entorno, con todas nuestras limitaciones, y saber así, lo que es vivir en un mundo sin Él.
Es muy sabia esa observación que hacemos: ¿Por qué Dios permite tantas injusticias? La respuesta está en la misma pregunta. Dios no reina aquí. No es el que decide y hace justicia aquí, aunque nos protege todo lo que puede, interfiriendo lo absolutamente necesario. Reina aquello que decidamos voluntariamente que lo haga.
Por eso, amigos, creo que aquí tenemos la responsabilidad de decidir si queremos seguir fuera del Reino de nuestro Padre o en Él. Tenemos toda una vida para decidirlo. Dios nos ha puesto las herramientas para definirnos. La duración de esta existencia en la escuela de la vida, dependerá de cómo andemos en la toma de esa decisión. Dios nunca abandona, pero nosotros tenemos la libertad de hacerlo.
Por eso, cuando alguien tiene que cruzar al otro lado, sólo necesita saber, que Dios ya sabe cuál es su elección y que lo estará esperando con los brazos abiertos, con una gran fiesta, como la del hijo pródigo, que prodigó, despilfarró, investigó, vivió, sufrió, gastó su vida en CONOCER, cuál es el AMOR DE SU VIDA. El fundamento por el cual, todo puede SER.
La decisión está tomada. Cada una de nuestras ORACIONES interfiere en la vida de nuestros seres queridos, porque de ello depende, que volvamos a vernos en un mundo regido por el incondicional AMOR DE DIOS.
LOVE, Carmen.