¡Hola amigos! Hace unos días, encontré casi por casualidad la historia de una mujer que a pesar de haber vivido una experiencia extraordinaria que la dejó con una minusvalía considerable, se ha centrado, no en lo que ahora no puede hacer, sino en lo que puede hacer, entendiendo que desde esa postura podrá sacar lo mejor de ella y vivir lo mucho que aún le puede ofrecer la vida. Comenzó ese día fatídico en que agradeció que estuviera viva, como un nuevo día por explorar con valor.
Parece una fórmula sencilla de hallar y entender, pero los seres humanos somos tan complejos que en realidad más bien es todo lo contrario. Solemos estar mucho más dirigidos de lo que pensamos y si algo se nos tuerce y no está previsto que se dé, solemos deprimirnos, descartando mil y una posibilidades aun por hacer.
Pienso que somos seres rutinarios marcados por las necesidades artificiales que la constante información de los medios nos crean, relegando a un segundo plano nuestra natural originalidad y creatividad. Sin embargo hay personas que llegados a una situación límite, deciden cruzar la frontera y dejar de estar dirigidos para desarrollar ese poder innato que perdemos.
El poder del control sobre uno mismo, adquiere una nueva dimensión que les hace perseverar admirablemente y esa clave debería marcarnos de modo que nos atreviéramos a salir del rebaño de corderillos en el que estamos y buscar otras posibilidades. Ellos pueden porque han descubierto que se puede…
Me encanta aprender de la gente que se supera. Esta preciosa persona de la que os hablo, da muchas claves que no solo forman parte de esa lucha interna por superar los obstáculos más primarios, también se marca metas que puede ir superando y que dan sentido a su vida y lucha por ellos con ilusión. No se centra en tonterías, sino en lo verdaderamente importante y se rodea de gente positiva que también ejerce un control mayor que nosotros sobre su mente, para centrarse en lo que merece la pena.
En fin amigos, el mejor consejo que os puedo dar es que busquéis información sobre la gente que se supera a pesar de ciertos hándicaps y que aprendáis de ellos. La vida es mucho más bonita con ellos porque han pasado la barrera del miedo y de la dependencia para coger las riendas de su vida con valor y enfrentarse a lo que haga falta comprobando que los límites solo están en nuestra mente.
Marcaros siempre una meta, disfrutad de ella y si en algún momento os frustra por algún motivo, cambiadla. Lamentarse sólo sirve para perdernos las infinitas posibilidades que hay ahí fuera, esperándote para que las disfrutes como sólo tú sabes y puedes.
No te rindas ni te conformes, ¡VIVE!
LOVE, Carmen.